“Para leer esta novela se requiere desarmar el espíritu, descifrar los enigmas del país que todos sabemos que existen, pero muy pocos se preocupan por visualizar, porque hay una especie de miedo azuzado por el monstruo del silencio y la indiferencia que entre todos alimentamos”, aseguró el autor.
La novela saldrá al mercado el próximo 16 julio y las utilidades se destinarán en su totalidad para la construcción del hogar Divina Providencia, que ofrece albergue a los abuelitos que son recogidos en las calles de Neiva, una obra social sin antecedentes en la región.
“La Divina Providencia, una obra social necesaria en la ciudad. Es preciso apoyar con decisión el indispensable proyecto, en favor de uno de los sectores más vulnerables de Neiva: los abuelos de la calle”, afirmó el director de Caracol Radio en el Huila, Marco Fidel Yukumá.
LA NOVELA
La novela fue publicada por Trilce Editores, reconocida empresa nacional, liderada por el experto y literato de talante nacional, exdirector de Cultura del Huila, Guillermo Martínez González. Él la acogió como una obra de la literatura colombiana, con una estructura novedosa, un estilo convincente, una línea argumental no solamente bien lograda sino entretenida y bien escrita.
La novela ‘…Y maldito el fruto’.
El desenlace de la obra transcurre entre Bogotá, Neiva, las selvas del Caquetá y algunas ciudades del Caribe y los Estados Unidos. Es una novela con los referentes literarios que se requiere no solamente para atrapar al lector, sino para entender cómo se ha movido el país en los años de violencia, corrupción y anarquía, que mantienen las esperanzas y los sueños de los colombianos atrapados en un callejón sin salida.
“La tragedia de Sara Lucía Corso Arrieta, una enigmática y distinguida joven bogotana, no es su prolongado secuestro en manos de las Farc, ni la inexplicable desaparición del hombre que aprendió a querer sin proponérselo, ni la vergüenza que le causaba la virginidad después de los 20 años. La verdadera desgracia fue no haber acertado en el primer disparo que se propinó en la cabeza, el día en que decidió suicidarse delante de su familia. Los protagonistas de esta novela, no son ni el amor, ni la pasión, ni la misma ficción. Son personajes de carne y hueso que durante años han protagonizado el descalabro social de Colombia: los paramilitares, los guerrilleros, los narcotraficantes, los políticos y los indiferentes. Sobre todo, los indiferentes que son mayoría, y nunca han querido ejercer ese don”, describió Yukumá su obra.
EL NOBLE PROPÓSITO
Desde hace varios años, Alicia Hernández, recoge ancianos abandonados debajo de los puentes, en las orillas de los ríos, quebradas, y en aquellos recodos inhóspitos de la ciudad donde se ubicaban a esperar el instante final, porque no tenían otra opción. Ella los lleva a su casa, los baña, los viste, les suministra agua y alimentos, y les proporciona el calor humano que perdieron desde el momento en que les tocó enfrentar las asperezas de la calle.
El Hogar Divina Providencia.
Doña Alicia acompañada para desarrollar esta valiente obra social, por sus hijos y algunos amigos, alquiló una casa en el barrio Los Guaduales, donde alberga a los adultos mayores, ofreciéndoles las comodidades que puede hasta que mueren y son sepultados dignamente, gracias a las tareas diarias que adelanta esta valiente mujer, convertida en ejemplo de laboriosidad, gallardía y encono, buscando a cambio nada más que beneficios divinos, porque todo lo hace con un derroche de caridad y buenos sentimientos.
Ahora la familia liderada por doña Alicia se propone construir una sede para los abuelos en la vía hacia El Caguán, donde ya adquirieron un lote. Y para esa obra de gran significado social serán las utilidades de la novela ‘…Y maldito sea el fruto’, que publicará en los próximos días Marco Fidel Yukumá. Comprar esta obra que ha recibido los mejores comentarios de los expertos y críticos de la literatura nacional y regional, será hacer un aporte que se destinará en su totalidad para la construcción de esta necesaria sede, para que por fin los acianos desamparados de Neiva tengan donde pasar sus últimos días.