La Nación
Con las rodilleras puestas 1 1 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Con las rodilleras puestas

Alexander Molina Guzmán

No había visto en la historia reciente de Colombia a un presidente con las rodilleras bien puestas frente al poder de Estados Unidos, cuando se le da la gana imponer el “orden” por acá en esta región a la que ofensivamente llama “el patio trasero”. Porque en la última visita que Iván Duque realizó a la gran potencia del norte, eso fue lo que le dijo Donald Trump en la cara: “No me gusta lo que veo en nuestro patio trasero”. Una ofensa que Iván Duque se tragó enterita. Porque así estamos, tenemos a un presidente, realmente el “vicepresidente eterno”, que le regalaron su puesto para que, entre otras cosas, se pusiera a la orden de los Estados Unidos con el objetivo de arrancarle a Venezuela al tozudo de Maduro y entregársela de nuevo a la avaricia del gran capital; ese que exprime toda la riqueza natural que tiene “el patio trasero”, como el petróleo, y lo deja entre la maleza.

Porque los que conforman la coalición del “patio trasero” contra Venezuela, mandados por Estados Unidos, no van a ser honestos en decir que la defensa de la democracia, la libertad y los derechos humanos de los venezolanos y los latinoamericanos son un sofisma de distracción para esconder la verdadera intención: Poner a Venezuela de nuevo al servicio del gran capital y seguir sometiendo a la región al mismo régimen. Porque cuando se tienen las rodilleras bien puestas, lo primero que se pierde es la dignidad. Y eso conjuga muy bien con el farandulero, mentiroso, racista y embaucador Presidente de los Estados Unidos; que ganó de manera fraudulenta su presidencia, y ahora posa de defensor de la democracia y la libertad; que sí visita formalmente a la dictadura de Corea del Norte, pero se niega a conversar con los que dirigen a Venezuela y a la cual quiere someter con “todas las cartas sobre la mesa”.

La Constitución de Colombia establece que “las relaciones exteriores del Estado se fundamentan en la soberanía nacional, en el respeto a la autodeterminación de los pueblos (…)” Y eso debería hacerlo valer Colombia, exigir mejor que cese el bloqueo económico contra Venezuela, eso quiebra a cualquier país, y que mejor haya una fuerte veeduría internacional en épocas electorales; que cese el hostigamiento contra Venezuela, que descarten definitivamente una confrontación militar que se puede volver internacional y en la cual pierde el “patio trasero”. Porque hasta en lo militar somos pobres, eso quedó demostrado el día de la entrega de la supuesta ayuda humanitaria: Nuestro poderío bélico consiste en piedras, palos, gritos y bombas molotov.