La Nación
COLUMNISTAS

Concentración de la Tierra e Implementacion de Acuerdos de Paz

Sin Lugar a dudas uno de los retos que se presentan para la implementación de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno y las FARC EP tiene que ver con el uso y tenencia de la tierra, para ello quise invitar a mi columna semanal a Oscar Prieto, Sociólogo y experto en estos temas, quien planteará un debate inicial que esperamos sirva de insumo para construir el camino que solucioné este histórico problema:

“El origen del conflicto armado está en la concentración de la tierra, históricamente así se ha evidenciado, por eso el sector agropecuario colombiano no ha podido contribuir al desarrollo de la nación como debiera, no ha sido posible  desarrollar políticas de transformación del campo, y la informalidad en la tenencia de la tierra ha sido factor importante en la violencia que el campesinado ha tenido que sufrir a lo largo de la historia del país.

En el Huila en este momento existen múltiples y complejos problemas con los procesos de formalización de la propiedad rural. Uno de los más difíciles de dirimir para el pequeño propietario campesino es el relacionado con la Zona de Reserva Forestal de la Amazonía creada por la Ley 2da de 1959, en el Huila la Reserva tiene incidencia en 23 municipios con parte o la totalidad del territorio en su interior, con aproximadamente 502.457 ha, zonas que solo podrán formalizarse los predios que hayan sido sustraídos de la reserva por parte del Ministerio del Medio Ambiente, incluso en casos donde ha sido solicitada la restitución de tierras como despojadas en el marco del conflicto armado. Situación que incluso ha llevado a que escuelas y centros de salud rurales se encuentren sin que los estados locales hayan formalizado su propiedad dificultando las inversiones en infraestructura.

De igual manera la presencia de siete Parques Nacionales Naturales, en el departamento y seis Parques Naturales Regionales conformados por la CAM, espacios de conservación que también establecen restricciones al proceso de formalización predial tanto en las zonas que los integran como en las que se denominan de mitigación.
Unido a las zonas baldías que no han sido tituladas, las más de ochocientas solicitudes de restitución de tierras de víctimas del conflicto armado, conflictos por falsas tradiciones y sucesiones no resueltas, establecen un panorama complicado para los pequeños campesinos que ven una esperanza en lo pactado en la Habana para alcanzar un título de propiedad, exigencia histórica del movimiento campesino, en búsqueda de seguridad jurídica, de acceso al crédito y de poder incluirse en proyectos que en distintas ocasiones ha otorgados el estado y que la falta de títulos los ha marginado.