El solo anuncio de un posible acuerdo sobre tierras y desarrollo del campo, entre el Gobierno Nacional y las Farc, es quizás, la noticia más importante que ha tenido este país en los últimos 50 años. Esta Reforma Agraria era competencia del Congreso, pero debido a su ineptitud le quedó grande y primaron los intereses mezquinos de particulares, que frustraron varios intentos para lograr dicha reforma. Las dos partes, al término del noveno ciclo de diálogos en la Habana, lograron firmar un documento titulado “Hacia un nuevo campo colombiano; reforma rural integral”: “Lo que hemos convenido en este acuerdo será el inicio de transformaciones radicales de la realidad rural y agraria, con equidad y democracia”. El acuerdo en lo agrario, está centrado en la gente, el pequeño productor, el acceso y distribución de tierras, la lucha contra la pobreza, el estímulo de la producción agropecuaria y la reactivación de la economía del campo.
El Gobierno y las Farc dieron un paso importante al reconocer las victimas del desplazamiento, quienes podrán gozar efectivamente de la restitución de sus tierras. A esto se le debe agregar que las dos partes coincidieron, en que se debe respetar el derecho que tienen sobre la propiedad privada, quienes han adquirido legalmente los terrenos en el campo. Hay temas en los que aún falta discusión: El tratamiento de los grandes latifundios, la cantidad de zonas de reserva campesina y los controles de la explotación minera y la inversión extranjera, los cuales van a ser abordados más adelante.
Aunque aún faltan por negociar: la participación política, la sustitución de cultivos ilícitos y los mecanismos de refrendación de los acuerdos; la Iglesia Católica, EE.UU., la Alianza del Pacífico y Raimundo y todo el mundo, creen en el proceso de paz y quieren embarcarse en el lujoso transatlántico, capitaneado por la presidenta de la Corte Suprema de Justicia Ruth Marina Díaz y participar de ese desestresante “Crucero Hacia La Paz”, por América Central, Cuba y alrededores, con todos los juguetes y días pagos; que injusticia, que desfachatez.
Nota: Media Venezuela (50.75%) nos está chantajeando a raíz de la visita de Capriles al presidente Santos, y amenaza con abandonar como garante, la mesa de negociación con la Farc en La Habana. Esto es un sofisma de distracción por la situación crítica que están viviendo Chavistas y Caprilistas, que por fin están unidos en las filas de los supermercados, porque hay escases de alimentos y están ca… y el agua lejos, porque no hay papel higiénico. No hay derecho.