El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente francés, François Hollande, defendieron en Madrid la “irreversibilidad” del euro. El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente francés, François Hollande, defendieron en Madrid la “irreversibilidad” del euro. MADRID (AFP) – El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente francés, François Hollande, hicieron una defensa cerrada de la zona euro, cuya solidaridad es clave en un momento en que España parece encaminarse hacia un rescate financiero global. “Rajoy y yo mismo estamos convencidos de la irreversibilidad del euro”, dijo el socialista Hollande, en una rueda de prensa conjunta en Madrid, en la que ambos mandatarios también anunciaron la celebración de una cumbre bilateral en París el 10 de octubre. “Queremos que la Unión Europea dé pasos adelante; ni el euro, ni el mercado único, ni la Unión Europea darán pasos atrás”, afirmó, por su parte, Rajoy. La cuarta economía de la zona euro, hundida en la recesión y vista con desconfianza por los mercados, lo que amenaza su capacidad de financiarse, necesita el apoyo de sus socios en un momento en que se encuentra en posición de debilidad, lo que podría llevarle a solicitar un rescate financiero a Europa. Rajoy inició así una intensa agenda de encuentros internacionales que comenzó con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y seguirá con la visita a Madrid de la canciller alemana, Angela Merkel. En la cumbre europea de junio “decidimos iniciar un proceso de mayor integración económica y fiscal”, recordó Rajoy, y “en este sentido, deberemos tomar importantes decisiones el próximo mes de diciembre” para poner en marcha estas reformas. Estas reformas “pretenden profundizar en la solidaridad entre estados y ciudadanos, asegurar que estados miembros e instituciones, cada uno en el marco de sus responsabilidades y en el espíritu de unidad y solidaridad, actuamos con rapidez y determinación” en caso de crisis. Por su parte, el presidente Hollande elogió la política de austeridad llevada a cabo por Madrid, al considerar que España “ha hecho importantes esfuerzos con sacrificios dolorosos” y los “resultados ya se empiezan a ver”. Al precio de un esfuerzo histórico, Madrid quiere ahorrar 102.000 millones de euros, entre recortes y subidas de impuestos, de aquí a 2014 con el fin de reconducir su déficit del 8,9% al 2,8% del PIB. Rajoy reiteró de hecho su “firme determinación para continuar con esta agenda reformista”. Pero el país, sumido en la recesión, sigue suscitando la desconfianza de los mercados, enfriados además por la sucesión de malas noticias económicas. La última, el anuncio este mismo jueves por parte de la región de Valencia de que pedirá más de 4.500 millones de euros al fondo de ayuda del Estado central, dos días después de que Cataluña pidiera 5.023 millones de euros a ese mismo fondo de liquidez, destinado a ayudar a las comunidades con dificultades para financiarse. El país mismo tendrá que enfrentarse en octubre a vencimientos de deuda por valor de unos 30.000 millones de euros. Como consecuencia de la desconfianza de los inversores, “los tipos de interés son demasiado elevados”, lamentó Hollande, que recordó que “entre las misiones del BCE (Banco Central Europeo, ndlr), está la estabilidad de los precios, pero también la política monetaria”. Y las “diferencias de interés” actuales entre los diversos países de la zona euro “pueden ser una justificación para su intervención”, según él. El BCE se ha mostrado dispuesto a ayudar a España vía la compra de obligaciones, pero espera primero una petición oficial de ayuda del país. “España es soberana para decidir si sí o no, y si sí, el cómo y cuándo”, dijo Hollande, quien agregó que “es responsabilidad de España, pero puedo entender que quiera esperar a que haya aclaraciones” sobre los mecanismos de ayuda propuestos. Un apoyo clave en un momento en que París y Berlín son los actores imprescindibles en la zona euro, que han creado un grupo de trabajo binacional que deberá principalmente reflexionar sobre “la aplicación de las decisiones sobre Grecia y España”. Madrid se beneficia desde junio de la promesa de una ayuda de hasta 100.000 millones de euros para reflotar sus bancos, pero todavía no se ha decidido sobre un rescate global. “Cuando conozca exactamente qué se ofrece, tomaré una decisión”, concluyó Rajoy este jueves. 
El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, y el presidente francés, François Hollande, hicieron una defensa cerrada de la zona euro. Foto Afp
