Por: María Jimena Bello-Martínez
El alcalde de Pitalito, Miguel Antonio Rico Rincón, hace un balance reflexivo del Primer Encuentro de Arte Contemporáneo y Arqueología, un espacio que reunió a los mejores artistas contemporáneos y que se extendió hasta la primera semana de mayo. Rico enfatiza en los retos frente al fortalecimiento regional desde el arte y la cultura.
¿Cuáles fueron las motivaciones para apoyar el ARCA 2018?
ARCA nos brindó una posibilidad fenomenal de entender nuevos los discursos del arte. Pitalito tiene potencial en materia de arte y cultura, sin embargo me atrevo a decir que el arte contemporáneo está en una etapa prematura. Desde la institucionalidad se apostó a la realización de ARCA porque este espacio será un semillero de nuevos talentos, de jóvenes que pueden contar la historia ancestral de la región y hablar de nuestra inigualable riqueza ambiental de forma creativa y con perspectiva global.
¿Cómo percibió la participación de la comunidad laboyana en ARCA?
El arte y la cultura tienen un segmento de la población muy definido, pero en esta ocasión hubo participación activa de grupos juveniles y estudiantes de colegios y universidades. Destaco la labor del artista Rafael Flórez, organizador de ARCA, quien se esmeró por divulgar las actividades y atraer públicos. Sin embargo yo aspiro que para el próximo año podamos articular estrategias y seguir fortaleciendo este espacio, especialmente porque el arte tiene fuerza en nuestra región.
¿Cuáles son los retos que dejó ARCA para la construcción de región?
El escenario de ARCA permitió proyectar a Pitalito como un municipio que se posiciona ante el mundo como puerta arqueológica. Los artistas invitados dejaron una visión clara al respecto.
Por ejemplo, la artista María Isabel Rueda nos enseñó que la arqueología regional puede estar al nivel de las grandes culturas del mundo si enriquecemos los recursos artísticos contemporáneos.
Vi que artistas como Cecilia Vargas, Andrés Gallo Adriana Arenas, Ana Tumal, Adrian Hueso, Fabiola Peña, Nadín Ospina, Andrés Gaitán, y la galerista Valentina Gutiérrez Turbay estuvieron presentes en ARCA compartiendo su discurso artístico de la línea ancestral por medio de sus obras y dimensiones estéticas propias del arte contemporáneo. Los aportes de los artistas permiten visualizar formas de trabajar arduamente por este sector.
ARCA nos deja en una situación de retos y compromisos frente al mundo desde la perspectiva artística. Espero que junto a los artistas y gestores de la región busquemos formas creativas y estratégicas de unir la cultura y turismo ambiental, arqueológico y recreativo.
¿Cómo ve la relación de ARCA frente la historia regional?
Cabe señalar que este año estamos celebrando el Bicentenario Pitalito, y ARCA como escenario de arte contemporáneo se sumó a la agenda cultural para ayudarnos a entender que el arte es el insumo principal analizar la historia. Hoy tenemos muchas cosas por descubrir de nuestros antepasados. La imaginación del artista nos muestra las raíces, el origen, el principio de lo que somos.
¿Cómo es su relación con el arte?
Yo soy de origen campesino. Mis padres eran analfabetos pero eran personas muy honestas. Recuerdo que mi padre siempre nos hablaba con parábolas y nos enseñaba el respeto por los animales, la naturaleza, y principalmente por Dios.
Aunque no tengo formación en temas de arte, mi transitar por la vida y las enseñanzas de mis padres me han enseñado que la cultura y el arte son expresiones muy íntimas del ser humano que deben emanar mucho respeto y amor por la vida, la naturaleza y el prójimo. Con ARCA veo que el arte contemporáneo nos propone nuevos espacios de respeto para poner en escena discursos de pluralidad y diversidad cultural partiendo de las raíces.
¿Qué mensaje deja a los artistas y gestores culturales?
Extiendo una invitación a los artistas y gestores culturales para que sigan trabajando por la región desde sus saberes artísticos. Una gran parte del trabajo está en sus manos. Como servidor público me siento muy comprometido con las iniciativas culturales. Debemos unir fuerzas para para incentivar, motivar y generar espacios de participación cultural que nos ayuden a construir una región más productiva.