Los cuerpos sin vida de los hermanos Cristian Norbey, John Alipio y Joan Sebastián Lizcano Olaya eran velados en la sala de la humilde casa de sus padres en el corregimiento de El Caguán, en el sur de Neiva.
Los hermanos perdieron la vida cuando un deslizamiento de tierra los sorprendió trabajando en el canal del riego que lleva el agua a los cultivos de arroz de la hacienda Bolívar en el corregimiento de Fortalecillas, en el norte de la capital huilense, el pasado viernes a las nueve de la mañana.
Los tres hermanos habían llegado a la hacienda a trabajar recogiendo el cereal, sin embargo un derrumbe que taponó el canal obligó a los Lizcano Olaya a ir con palas y pica a sacar la tierra y las piedras. La tarea la hicieron con Nicolás Perdomo y Santiago Rojas.
“No pudieron estudiar porque se salieron para trabajar y ayudarme”, dijo Alipio Lizcano, padre de los jóvenes, al recordar que los tres mantenían siempre juntos. “Siempre mantenían juntos, y hasta en la muerte estarán juntos”.
Ayer los féretros con los despojos de los hermanos descansaban en la sala de la casa de la humilde familia, ubicada en la Calle 4A con Carrera Primera en el barrio San Roque en el corregimiento de El Caguán.
Decenas de amigos y allegados llegaron a la residencia a expresarles a los padres y a las cuatro hermanas de los jóvenes sus sentimientos de solidaridad y condolencia.
El ataúd con el cuerpo de John Alipio permanece sellado y sobre la tapa reposa una fotografía del joven, de 20 años de edad. “Las piedras le desfiguraron la cara”, dijo un allegado.
Las exequias de los hermanos serán hoy a las diez de la mañana en la iglesia San Roque en el centro poblado. Las honras fúnebres se realizarán en el cementerio de la localidad.