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El CAIMI, una obra que funciona a medias

El Centro de Salud Integral Materno Infantil (CAIMI), una obra que data de la administración de Héctor Aníbal Ramírez, sigue hoy funcionando a medias. A pesar de los casi $30.000 millones invertidos en los últimos 13 años, la unidad de partos, hospitalización y las salas de cirugía no funcionan. Y no hay dinero para contratar personal especializado. La secretaria de Salud y la gerente encargada de la ESE Carmen Emilia Ospina pusieron la cara y hablaron sobre la realidad del centro asistencial.

 

Hernán Galindo

temadeldia@lanacion.com.co

 

Han sido varias las inauguraciones que se han dado del Caimi, que fue estructurado en 2009, y en 2011 se firmó el primer contrato de obra con un monto cercano a los $6.000 millones. El contrato no cumplió su objetivo de construir la infraestructura del Caimi y para el año 2016, tuvo que ser liquidado, dejando la obra incompleta. Así comenzó un calvario que se ha prolongado por 13 años.

Un año después en un intento por concluir el proyecto, en 2017 se firmó un nuevo contrato que tampoco logró cumplir su cometido. La obra pasó a ser considerado uno de los tantos elefantes blancos u obras inconclusas del Huila y Neiva.

En la administración del alcalde Rodrigo Lara Sánchez se dio un nuevo impulso a la obra que se entregó como la primera fase del proyecto, anunciando para ese entonces que faltaba lo correspondiente a dotación.

Ya en la administración de Gorky Muñoz, se aceleró su entrega con motivo de la pandemia del Covid- 19. Para esa puesta en funcionamiento de lo que había, se invirtieron 6.200 millones de pesos, de los cuales más de 2.000 millones de pesos fueron para el acondicionamiento del sistema eléctrico, bombas de vacío, instalaciones para oxígeno, aire acondicionado y otros elementos vitales para su funcionamiento como entidad prestadora de servicios de salud.

Al hacer entrega de la fase uno se habilitó consultorios, laboratorios, despacho de imágenes diagnósticas, quirófanos, sala de parto y otros espacios que se consideraban prioritarios para la prestación del servicio de salud a cerca de 300.000 personas en la zona norte de Neiva e incluso algunos municipios vecinos como Villavieja, Tello y Baraya.

Aunque se celebró la culminación de la fase uno del Caimi, también se dejó en claro que estaba pendiente la fase dos de proyecto que está en perspectiva y cuyo costo se calcula en 20.000 millones de pesos.

La realidad actual

Para dar a conocer la realidad del proyecto, lo que está en funcionamiento y lo que no está funcionando por falta de recursos o de personal, la gerente (e) de la ESE Carmen Emilia Ospina Katherine Bonilla Sánchez y la secretaria de Salud de Neiva Lilibet Johana Galván Mosheyoff, invitaron los medios de comunicación de la ciudad a hacer un recorrido ayer por la tarde por las instalaciones de la institución prestadora de salud.

La gerente de la entidad indicó que en el momento están habilitados varios servicios dentro de los que destacó el servicio de Urgencias, consulta externa, laboratorios e imágenes diagnósticas.

Lo que no se encuentra en funcionamiento en el momento es la atención de partos y toma de laboratorios por consulta externa, ya que el laboratorio sí está en funcionamiento, indicó la gerente.

No se refirió a cifras concretas por estar en revisión fiscal y prevalecen las que se entregaron por parte de la administración anterior con corte a 31 de diciembre del año pasado.

También se refirió a los servicios que están habilitaos en el Caimi, en la zona norte de la ciudad, la secretaria de Salud de la capital del Huila, Lilibet Johana Galván Mosheyoff, quien explicó las razones por las que no se están prestando los servicios de partos, y obstetricia. “No están en funcionamiento las salas de cirugía por falta de personal especializado que incluye anestesiólogos y no se cuenta con los recursos económicos para la contratación”. Indicó que se necesitan solo para este año 1.000 millones de pesos para el pago de estos profesionales.

Van a presentar un proyecto al Concejo de la ciudad para conseguir que por lo menos en esta temporada se logre suplir esa necesidad y poner al servicio la unidad de partos.

El CAIMI, una obra que funciona a medias 1 4 mayo, 2024
Uno de los servicios habilitado es el de consulta especializada.

“No hay recursos inmediatos”

La secretaria de salud de Neiva dijo hacer claridad para evitar malos entendidos y que los usuarios no se hagan falsas expectativas sobre los servicios que presta el Caimi. “Por eso estamos realizando un estudio especial para definir los recursos que se necesitan para que no haya ningún tipo de tropiezo para la contratación”, dijo.

Y continuó: “Se hizo la inauguración y vimos cómo estaban todos los equipos, pero lamentablemente el tema de talento humano es un tema que no estaba resuelto, porque además la complejidad que tiene el sistema de salud impide tener unos recursos inmediatos, esto obedece además a un tema de la planeación de que el número de partos que van a venir aquí es progresivo”.

Sumó que todo ese talento humano es muy costoso, versus el número de atención; “esperamos que esto ya esté funcionando de manera pronta y que podamos empezar a garantizarle a todas las gestantes de Neiva este servicio aquí en este centro de atención materno infantil”, agregó.

Y agregó: “El talento humano para el año es un costo que está por encima de los mil millones de pesos solamente en el costo de medicina especializada”. “Ese recurso no lo tiene la ESE Carmen Emilia Ospina, pero hay una buena noticia para los neivanos, desde la Alcaldía Municipal a través de unos recursos de subsidio a la oferta del Ministerio pensamos que podemos apalancar este costo, por lo menos cofinanciar y de esta manera que esto pueda entrar en funcionamiento”, sostuvo.

No dejó pasar la oportunidad para expresar su preocupación por el decreto presidencial frente a la salud y el impacto que podría tener en el caso para la contratación de los profesionales de la salud, tanto de parte de la Ese Carmen Emilia Ospina, como de las EPS.

Fallas estructurales, el otro problema

Abelardo Bermeo Andrade, subgerente técnico y científico de la ESE Carmen Emilia Ospina, hizo un recuento de cómo ha sido el proceso del Caimi y algunos de los tropiezos que ha encontrado el proyecto a lo largo de los años de ejecucion de las obras y la puesta a punto de los servicios.

“Este es un proyecto que viene llevándose a cabo desde hace unos  12 años, aproximadamente; ha pasado por manos de varias administraciones y el año pasado empezó su apertura entregándose la fase 1 de dos fases contempladas; esta fase 1 contiene los bloques 1 y 2 que son los que actualmente están funcionando con urgencias, imagenología laboratorio, farmacia, eso en el  primer piso; y en el segundo piso esterilización, cirugía, sala de partos y hospitalización”, contextualizó.

También admitió que algunos de estos servicios no están habilitados todavía como el caso de hospitalización, esterilización y tampoco se han habilitado las salas de cirugía.

Como explicación al no funcionamiento de varios de estos servicios, dijo que en algunos casos se deben a fallas estructurales, temas de dotación y de talento humano como lo es la sala de partos. Esta no está funcionando por ahora a pesar de que está habilitada. En cuanto a inversión, se estipulan alrededor de 30.000 millones de pesos.

Lo que falta

Así mismo se refirió a lo que falta para completar el proyecto, que incluye la fase 2 en donde se contempla construir los bloques 3 y 4 y en donde funcionará consulta externa y el área administrativa para lo que se requieren a costos de hoy unos 21.000 millones de pesos.

Al indagar que tan optimista es para pensar en que todo esté pronto, indicó que primero hay que poner en funcionamiento lo que hay y luego si concentrarse en trabajar en la fase 2. “Están los diseños y luego viene la fase de optimización de los recursos”, sostuvo.

En la actual fase, hay unos servicios que ya están listos e incluso ya están dotados como son: hospitalización, salas bipersonales muy bien amobladas, pero que todavía no contamos con algunos estándares de habilitación y por lo tanto todavía no cuentan con la disponibilidad o permiso de parte de la Secretaría Departamental de Salud, que es el ente encargado de otorgar ese permiso o habilitación.