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El día que Mandela se alzó con la Copa del Mundo, visto por los All Blacks 2 30 abril, 2024
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El día que Mandela se alzó con la Copa del Mundo, visto por los All Blacks

El día que Mandela se alzó con la Copa del Mundo, visto por los All Blacks 8 30 abril, 2024
El 24 de junio de 1995, un gigante negro vestido con los colores de su país desafió a los dioses maoríes que le desafiaban: el presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, fue ese día el 16º jugador de los Springboks que se proclamó campeón del mundo de rugby frente a los All Blacks.

La aparición pública más recordada y emblemática de 'Madiba', fallecido el jueves a los 95 años, será siempre su entrada en el Ellis Park de Johannesburgo, durante la final de la Copa del Mundo de 1995.

En ese momento nació la nación 'arcoiris' tras décadas de apartheid, también desde un punto de vista deportivo: y es que el rugby era uno de los símbolos de los blancos en Sudáfrica y de un régimen segregacionista.

En 1995, los Springboks participaron en su primera Copa del Mundo tras volver al concierto internacional luego de más de una década de aislamiento.

Liderados por Jonah Lomu, los neozelandeses eran los grandes favoritos en la final. En semifinales, humillaron a los ingleses 45 a 29 mientras los sudafricanos sufrían para vencer a Francia (19-15).

Mandela, que apoyó al XV sudafricano para superar las divisiones raciales de su país, cambió una vez más el curso de la historia. El presidente, ataviado con la gorra y la casaca verde de los Spingboks, apareció en el campo y estrechó la mano de los jugadores de los dos equipos, en su mayoría blancos, delante de los 62.000 espectadores que llenaban el estadio.

"No sabíamos que iba a ocurrir así. Cuando Nelson Mandela apareció en el campo con la equipación Springbok, el público estalló de júbilo. Es la experiencia más asombrosa que he vivido en un estadio de rugby. Sin duda lanzó a los espectadores y a su equipo hacia la victoria", confió a la AFP Laurie Mains, entrenador de los All Blacks algunos meses antes de la muerte de Mandela.

Mucho más que un partido de rugby

Jonah Lomu, elegido mejor jugador del torneo, confió su emoción al estrechar la mano del entonces máximo mandatario de Sudáfrica: "Ese día todos se unieron", en referencia a la comunión racial que hubo en Sudáfrica para aquel partido.

Superiores en teoría, los All Blacks tenían "toda la presión ya que ellos tenían a Nelson Mandela de su lado", recordó Lomu antes de la Copa del Mundo de 2007, ganada por Sudáfrica frente a Inglaterra.

"Todo el país estaba finalmente unido tras muchos años", dijo el jugador neozelandés.

Mandela era entonces presidente desde hacía sólo un año. Gran parte de la comunidad blanca le seguía considerando un terrorista a causa de su apoyo a la lucha armada contra el apartheid mientras que, para la comunidad negra, existía un odio incipiente hacia los Sprinboks.

Pero el 24 de junio, su nombre sonó de manera estruendosa en el estadio. "Nelson, Nelson", podía escucharse en cualquier rincón. Un gesto de paz y de reconciliación, inmortalizado por Clint Eastwood en 'Invictus', y representado por Morgan Freeman en el papel de 'Madiba'.

Para Laurie Mains, "fue mucho más que un partido de rugby. La tensión era increíble. Los All Blacks sentían, de alguna manera, que se enfrentaban contra el mundo entero".

Y hacía falta que ese equipo de leyenda superara el desafío que se les había puesto delante. Empatados al final del tiempo reglamentario (9-9), Joel Stransky le dio la victoria a Sudáfrica a ocho minutos del pitido final.

Nelson Mandela, radiante, verde de la cabeza a los pies, volvió a pisar la hierba para entregarle el trofeo William Webb Ellis a su capitán, François Pienaar.

Esta derrota supuso el final de la carrera como seleccionador de los All Blacks de Laurie Mains que, no en vano, se enorgullece de haber vivido la historia en primera persona.

"Más allá del rugby, del marcador, me siento profundamente honrado por haber asistido a un acontecimiento tan importante", aseguró.

Dirigentes del todo el mundo viajarán a Sudáfrica para rendir un último homenaje a Mandela

Sudáfrica comenzó este sábado los preparativos para recibir al presidente de Estados Unidos Barack Obama y a otros dirigentes de todo mundo que rendirán un último homenaje a Nelson Mandela durante los diez días de duelo por la muerte del ícono de la lucha contra el apartheid.

Mandela, el fundador de la Sudáfrica moderna y el primer jefe de Estado negro del país, falleció el jueves por la noche a los 95 años, rodeado de amigos y familiares.

Obama, el primer mandatario negro de Estados Unidos, viajará a Sudáfrica la semana próxima, anunció la Casa Blanca, sumándose a numerosos dirigentes de todo el mundo que asistirán a una gran ceremonia de recuerdo el 10 de diciembre.

El periodo de duelo durará diez días, anunció el viernes el presidente Jacob Zuma.

Los restos mortales de Mandela serán expuestos en Union Building, la sede de la presidencia sudafricana en Pretoria, entre el 11 y el 13 de diciembre para que sus compatriotas puedan darle un último adiós. Luego se llevará a cabo un funeral de Estado el 15 de diciembre, en su pueblo natal de Qunu.

Los restos mortales de Mandela serán llevados en procesión por Pretoria el miércoles, el jueves y el viernes, informó este sábado una fuente oficial.

En las últimas horas se han puesto en marcha preparativos logísticos de gran envergadura para recibir a las personalidades de todo el mundo, que viajarán a Sudáfrica para rendir homenaje a este estadista universalmente respetado.

Las ceremonias de conmemoración comenzarán el domingo, cuando los sudafricanos serán invitados a asistir a iglesias, mezquitas, sinagogas y otros edificios religiosos.

Obama y su esposa Michelle viajarán a Sudáfrica junto con el expresidente George W. Bush y su esposa Laura.

Bill Clinton, que ocupaba el cargo de presidente de Estados Unidos cuando Mandela se convirtió en el primer mandatario negro de Sudáfrica, anunció que viajará acompañado por su familia.

Poco después del anuncio de la muerte de mandela, Obama dijo que era un hombre "profundamente bueno" que "tomó la historia en sus manos y curvó el arco del universo moral hacia la justicia".

La presidenta brasileña Dilma Roussef también viajará a Sudáfrica la próxima semana, anunció su oficina.

"Un regalo increíble de Dios"

El viernes miles de personas de todo el país salieron a las calles para bailar, cantar y recordar la vida de su amado exlíder, conocido afectuosamente como Madiba, el nombre de su clan.

El arzobispo emérito sudafricano Desmond Tutu, que al igual que Mandela ganó con Nobel de la Paz, dijo que este ícono de la lucha contra la segregación racial fue un "regalo increíble de Dios".

Mientras luchaba para contener las lágrimas, Tutu afirmó que su viejo amigo fue "un unificador desde el momento en que salió de la cárcel".

Mandela pasó 27 años en prisión durante el apartheid. Tras el final del régimen segregacionista de la minoría blanca, se convirtió en presidente en 1994 y logró unificar a su país con un mensaje de reconciliación.

Compartió el Premio Nobel de la Paz con el último mandatario blanco de Sudáfrica, F. W. de Klerk, en 1993.

Palestinos e israelíes, China y el Dalai Lama, Estados Unidos y Teherán, entre otros muchos, enviaron a Sudáfrica emotivos mensajes de homenaje a Mandela, describiéndolo como una de las principales figuras del siglo XX que inspiró a jóvenes y viejos con su lucha por la igualdad.

En Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, así como en el cuartel general de las Naciones Unidas en Nueva York y en otros muchos países las banderas ondeaban a media asta.

El Empire State Building neoyorquino y la Torre Eiffel de París fueron iluminados con los colores de la bandera sudafricana.

India declaró cinco días de duelo por un hombre que su primer ministro Manmohan Singh calificó de "verdadero discípulo de Gandhi".

La ministra de Relaciones Exteriores sudafricana, Maite Nkoana-Mashabane, afirmó que la mejor forma de recordar a Nelson Mandela era liberar al continente africano de la pobreza, la violencia y las enfermedades.