Cecilia González Villa
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Poco a poco, el Parque de los Niños, una obra pensada para practicar diferentes actividades de tipo deportivo y recreativo en Neiva ha ido perdiendo su esencia.
La obra fue diseñada en el gobierno de la entonces alcaldesa Cielo González Villa, para ser desarrollada en varias fases. Al terminar su gobierno, quedó lista la primera.
Sin embargo, la siguiente administración, poco o nada pudo continuar y el parque se quedó con lo que se construyó en principio.
Actualmente, el panorama es preocupante, pues según los vecinos, en el parque perdió su esencia y por el contrario, se ha convertido en un lugar donde se practica otro tipo de actividades totalmente diferentes a aquellas para el que fue creado.
Qué pasa
El Parque de los Niños permanece solo durante todo el día, con contadas excepciones, cuando uno que otro transeúnte se sienta por ahí para descansar un poco.
La actividad real comienza pasadas las 5:00 p.m. cuando uno a uno estudiantes y desprevenidos ciudadanos van llegando al parque, así sea solo a conversar.
Sin embargo, otros prefieren atravesar el sitio, hacia la parte de atrás, alejados de la vista de otros.
“Aquí lastimosamente el parque se ha convertido en un lugar preferido por muchachos que vienen a fumar de todo. A veces incluso ni les importa que uno los vea, ya se descararon”, aseguran vecinos.
Y no es les falta razón, pues incluso muchos padres de familia se han quejado de que sus hijos, estudiantes de colegios aledaños como el Técnico y la Institución Educativa Departamental Tierra de Promisión continuamente son víctimas de los delincuentes o en el peor de los casos se dejan enredar por los jíbaros que suelen rondar el parque.
La infraestructura
El parque cuenta con nueve locales que de acuerdo con el proyecto inicial, tendrían objeto comercial, incluso el primer año funcionaron allí varios negocios entre ellos una heladería.
Pero en este momento solo uno está ocupado y el resto permanece cerrado.
Algunas de sus atracciones lucen desgastadas por el sol y el agua, pues se nota que en mucho tiempo no han recibido mantenimiento. Y varios de sus muros lucen sucios y abandonados.
Casi de manera silenciosa, el parque de Los Niños ha comenzado a ser invadido por algunas casetas de vendedores ambulantes. Cinco de ellos se han apostado al frente de la entrada, sin aparente control alguno.
Pero no es la primera vez que el Parque de los Niños es protagonista por su abandono.
En febrero de 2017, el entonces secretario de Gobierno de Neiva, Alfredo Vargas anunció que la Administración Municipal tenía una salida al problema de deterioro y abandono de espacios como este parque.
El funcionario reveló que se iba a crear una política de espacios públicos que tenía como fin garantizar su manejo y autosostenimiento.
“En este momento ya se aprobó la política del Plan Maestro de Manejo de Espacios Públicos, vamos a sacar a subasta la mayoría de espacios públicos de la ciudad. En esa subasta lo que vamos a hacer es entregar en administración a personas jurídicas o naturales esos espacios para que garanticen su seguridad y mantenimiento”, explicó por esos días.
LA NACIÓN intentó infructuosamente comunicarse con la Secretaría General del Municipio que es la que tiene a cargo el manejo del Parque de los Niños, con el fin de establecer qué ha pasado con la iniciativa.
¿Un mal vecino?
El Parque de los Niños es para muchos, un mal vecino, y de eso pueden dar fe algunos como los alumnos de la Institución Educativa Tierra de Promisión.
Su rectora, Gilma Olaya admite que los padres de familia se han quejado de que por el sector del parque hay uno que otro expendio de drogas alucinógenas.
Asegura que principalmente el año pasado la situación casi que se hizo tan insostenible que hubo incluso necesidad de emprender un trabajo con la Policía.
“El año pasado nos quejamos harto con la Policía y nos mandaron uniformados lo que permitió que hubiera mucha limpieza porque nos estaban afectando a los niños”, afirma Olaya.
Es que según sostiene, muchos de los alumnos estaban llegando tarde. Resultó que algunos se quedaban por ahí en el parque, enredados por los jíbaros que de una u otra manera los incitaban a consumir estupefacientes.
Como si fuera poco, la inseguridad también se pasea como si nada por los alrededores. Algunos de los chicos fueron asaltados en varias ocasiones.
No obstante, al menos en este comienzo de año escolar no se han reportado nuevos casos, señala la rectora Olaya.
Dice que en eso tiene mucho que ver las campañas que se han venido adelantando en compañía de los padres de familia, quienes ahora están más pendientes del tiempo de sus hijos.
Pero mientras tanto, los vecinos siguen esperando que las autoridades tomen cartas en el asunto de una vez por todas y rescaten el parque.
La Rebeca
Aunque el parque La Rebeca también fue concebido para ofrecer esparcimiento a los neivanos, con el paso de las administraciones las cosas han ido cambiando.
Atracciones mecánicas y una gran piscina hacía las delicias de los visitantes que sobretodo los domingos llegaban en busca de diversión y fresco, dentro de la misma ciudad.
Pero con todo y los cambios que ha sufrido, La Rebeca intenta sobrevivir.
La Secretaria de Deportes y Recreación de Neiva, Liliana Ocampo explicó que en este momento en La Rebeca funciona un polideportivo, un Centro Vida que atiende a personas de la tercera edad y por supuesto, la piscina.
El ingreso a la piscina, apunta la funcionaria, se paga mediante unas manillas que se adquieren en la Secretaría de Hacienda a un costo mínimo.
Eso sí, la apertura para el servicio depende de que haya salvavidas. El resto, es diario.
“La Rebeca es un parque muy recreativo. Es un escenario muy antiguo pero le hemos dado vida porque antes funcionaba allí Tránsito y ahora tenemos escuelas de formación deportiva y de discapacidad, entrenamiento de voleyplaya. Se le da funcionalidad”, dice Ocampo.
Algunas de las atracciones mecánicas que permanecen abandonadas dentro del parque, afirma la funcionaria, ya no hacen parte del lugar y por tanto deberán ser retirados.
En ese orden de ideas, la Administración Municipal le ha invertido al mantenimiento de la piscina, así como recursos para vigilancia y aseo del lugar.
“Lo que hemos hecho es no dejar que el parque se caiga porque además contratamos un administrador para que esté pendiente y se le construyó una cubierta polideportiva”, puntualiza.