Entrevistado por el Diario del Huila el domingo anterior, el Personero de Neiva Jesús Elías Meneses, se desborda contra el Procurador General de la Nación, en peligroso recorrido por el Código Disciplinario cuando afirma: “La Procuraduría estaba armando la trama para dañar mi elección”. ¿Cuál trama del Procurador, señor Personero? Como Jefe del Ministerio Público al que usted pertenece, y debe respetuoso acato, emitió circular perentoria para todos los procuradores regionales y provinciales del país, solicitando acciones preventivas urgentes, para impedir la corrupta compra de votos en la elección de personeros municipales.
Aconsejaba el Procurador, utilizar sin afán el tiempo faltante para la elección, con el fin de solicitar hojas de vida, estimular una amplia participación de aspirantes y brindarle transparencia al proceso; seleccionar al mejor candidato para la ética misión, superando el escándalo ciudadano por los altos precios de los votos, que cobran los concejales a los personeros electos. El Procurador Regional del Huila, cumpliendo la orden superior, envió un escrito al Concejo de Neiva, contentivo de la exigida acción, leído por Secretaría, en la sesión de elección. Portador de la misiva el Procurador Provincial de Neiva, explicó – de su cosecha – a la corporación, los alcances del procedimiento, como sugerencia y consejo para tomar la mejor decisión. Se queja de persecución el entrevistado, contra la Fiscalía por negarle un certificado y por un Control de Advertencia de la Contraloría. Pero a la Oficina del suscrito, como Procurador Regional – además de la obligatoria circular y algunos panfletos anónimos – acudieron abogados, veedores y eventuales candidatos afirmando de oídas, que la elección del Dr. Meneses, como personero, estaba arreglada y cantada con suficiente antelación, sin posibilitar alternativa diferente. Extraña entonces la respuesta del Concejo de Neiva a la sugerencia del Procurador, cuando procede inmediatamente a la elección, que recae sin sorpresa, en el único posible candidato.
Ahora, cuando el Consejo de Estado falla sin nulidad su demandada elección, pretende tramarnos, con que allí se derrumbó toda sospecha en torno al caso. Nada que ver lo uno con otro. El laberinto turbio en que se ahogó la acción preventiva constitucional y legamente emitida, queda bajo cerrojo, y sospecha. En todo el Huila, se escuchó la censura ciudadana contra las subastas comerciales en la elección de personeros. No prosperaron nuestras investigaciones pues compradores y vendedores no llevan testigos al oscuro trueque. Conclusión: Ninguna trama. Falta de ella, que impidiera por ejemplo, elegir a Rojas Birry como Personero de Bogotá y Presidente de la Federación de Personeros del país; tramador de cabellera indígena y olor a selva virgen, hoy preso por corrupto. ¿Para dónde vamos Señor?