La Nación
El secreto del éxito de Corea del Sur 1 2 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

El secreto del éxito de Corea del Sur

Por: Froilán Casas Ortiz

La península de Corea está dividida en dos países desde 1953. A raíz de los conflictos de la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos y los estadounidenses se dividieron el mundo: Corea del Norte controlada por la Unión Soviética y Corea del Sur por los Estados Unidos. Corea del Norte siguió los principios marxistas de Capitalismo de Estado y Corea del Sur, la economía de mercado. El Norte con nombre de República Democrática, -¡qué ironía, con la más cruel tiranía y dictadura de partido!-; la otra simplemente República de Corea del Sur con un sistema democrático de libre juego de partidos. La del Norte antes de 1953 estaba más industrializada y más próspera que la del Sur: ¿hoy? Analícelo querido lector. Hoy Corea del Sur tiene una de las economías más más sólidas del mundo. Muchos de los productos que utilizamos y compramos provienen de Corea del Sur.

Veamos algunas marcas: Samsung: es un conglomerado que abarca distintos negocios, además de la electrónica de consumo y tecnología, también se dedica al sector finanzas, aseguradoras, construcción, biotecnología y otros servicios. Por supuesto en el mundo es conocido por la producción de teléfonos móviles, pantallas y electrodomésticos; LG: fabricación de electrónicos, teléfonos celulares, pero también está en la industria petrolera; Kia: industria automotriz que ha crecido gigantescamente en poco tiempo; Fila: esta marca de ropa de origen italiano, fue comprada por empresarios coreanos en el 2007 y hoy es una empresa que patrocina grandes eventos deportivos.

Corea del Sur era más pobre que Colombia en la década del cincuenta, ¿y hoy? A nosotros, ¿qué nos ha pasado? Mucho ruido y pocas nueces. ¡Ah, Colombia! -Un país tan rico y tan pobre-. ¡Qué paradoja! Los cambios no vienen por arte de magia o por generación espontánea. Corea del Sur lo mismo que Singapur, sin líderes como Lee Kuan Yew en Singapur y un Park Chung-hee no estuvieran en la prosperidad con que hoy gozan. Sin gobiernos fuertes dentro del sistema democrático no marchan los cambios sociales. ¿Por qué tenemos que esperar una dictadura de partido para que bajo los gulags y las dietas marchen las instituciones? Hoy, entre nosotros, hay tanta anarquía que los grupos autodenominados de izquierda se presentan como los salvadores del caos y atraso en que vivimos.

El mejor caldo de cultivo para que se impongan los regímenes de extrema izquierda o  derecha son los malos gobiernos de nuestra débil democracia. La gente necesita orden con una enorme dosis de justicia social. Con hambre no hay democracia que funcione. Corea ha llegado a la realidad actual por su trabajo productivo. Allí ha habido subsidio a la productividad y no subsidio a la mendicidad. ¿Cuántos programas sociales tenemos desde hace décadas y, hemos salido de la pobreza e inequidad? Sin ética no hay desarrollo. Mientras la corrupción campee y no pasemos de un Estado asistencialista a un Estado que promueva el desarrollo integral, seguiremos siendo pobres toda la vida.