Ante el reiterado mesiánico y terco actuar del presidente Petro por mantener a Irene Vélez como Ministra de Minas y Energía, a pesar del daño que le hace al país el señalar en un informe suscrito por la cabeza del sector energético, que contiene cifras falsas y datos erróneos, el cual “asegura” que en Colombia sobran las reservas de petróleo; Me veo en la obligación de insistir en la renuncia de la ministra Irene Vélez, sobre todo, cuando la ex viceministra Belliza Ruiz con su ventilador logró probar entre otras cosas las falencias del informe, al punto que Petro reconoció que sí hubo un error, aunque pretendió maquillarlo como un error “matemático”, como si fuera lo mismo gasolina que petróleo o reservas probadas a probables.
De hecho, las voces que exigimos la renuncia de la ministra no vienen sólo de la oposición. Lo ocurrido, tiene tanta transcendencia que el mismo ex senador Robledo, presentó queja disciplinaria ante la Procuraduría argumentando que la encargada de esta Cartera, además de los errores “bastante graves”, también falsificó cifras y forzó firmas de funcionarios que no estaban de acuerdo con el informe. Todo, con el fin de legitimarlo.
Sumado a esto y, como lo dieron a conocer los medios de comunicación la hoja de vida de Belliza Ruiz, la presentó a Hildebrando Vélez, padre de la ministra quien, según Belliza, estaba en busca de personas preparadas que le dieran soporte técnico a su hija, cabe recordar, que el papá de la ministra hizo parte del Movimiento “Soy Porque Somos” de Francia Márquez y de igual manera, Irene Vélez escribió conjuntamente artículos académicos con la hoy vicepresidenta. La injerencia del padre de la ministra, demuestra que el Ministerio de Minas se maneja como un “Ministerio de Familia” más, cuando se buscaba que la electrificadora del huila quedara en manos de un familiar de un miembro del pacto histórico, que según lo informado por la exviceministra no contaba con el conocimiento técnico, ¿a donde quedó el discurso del cambio con el que se hicieron elegir?
Si bien es cierto que la ministra no tiene que saberlo todo, porque para lo demás estaban las explicaciones con papelitos, plastilina y colores a las que hace alusión Belliza Ruiz y, que le tenía que hacer a la ministra frente a las constantes imprecisiones, lo que sí es imperdonable es que le hayan mentido a todo un país a punta de informes falsos de los que dependen contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para una transición energética justa.
Como Senadora de la Comisión V, reitero mi llamado a Irene Vélez para que dé un paso al costado por el bien del país.