La Nación
EDITORIAL

Emergencia advertida

La nueva emergencia registrada en el embalse de Betania, esta vez, precipitada por la presencia de una bacteria, típica de los entornos acuíferos, confirma la grave problemática ambiental en la represa.

La alta mortalidad que atacó gradualmente a la mayoría de los proyectos asentados en el espejo de agua, uno de los más grandes del país, es otra evidencia de lo que está pasando, con la complacencia de los productores y de las autoridades y organismos de control.

La emergencia es la tercera que se registra en siete años. La primera, la más grave ocurrió en febrero de 2007, alcanzó una mortalidad de 2.300 toneladas métricas de mojarra con pérdidas superiores a los 24.700 millones de pesos en solo tres semanas. La segunda se repitió el 5 de febrero de 2013 con una mortalidad que alcanzó las 400 toneladas.

La nueva emergencia que comenzó hace 22 días, se fue agravando, con el paso de los días, por la lenta propagación del agente patógeno que se fue incubando por un cúmulo de factores, comunes en las otras emergencias.

La superproducción de mojarra rebasó los límites alcanzando niveles críticos. La descontrolada expansión de los proyectos, el aumento ilegítimo de las áreas concesionadas y la informalidad en muchos sectores, siguen en primer orden entre los factores que amenazan la estabilidad de la industria piscícola y el equilibrio biótico de la represa. Y a estos hechos se suman las prácticas inadecuadas, la contaminación por químicos, los cambios climáticos, que ponen en riesgo, una industria de clase mundial.

Lo que se evidenció nuevamente, como lo reveló el ICA, es una preocupante saturación en los niveles de carga, admitida en privado por los propios productores, sin que la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) haya tomado medidas efectivas para frenar esta grave amenaza.

Los procesos sancionatorios iniciados hace dos años por infracciones ambientales, no han dado resultados. El papel de los organismos de control ha sido ineficaz a la hora de enfrentar la problemática ambiental.

Aunque parezcan extremas, las medidas sanitarias adoptadas por el ICA, están orientadas a enfrentar de raíz una amenaza latente. Y por supuesto, para proteger una industria piscícola, generadora de riqueza.

La suspensión hasta nueva orden de la siembra de alevinos, debe ser entendida no como una sanción extrema, como lo consideran algunos cultivadores, sino, como una oportunidad para mejorar las prácticas y salvar la industria, orgullo empresarial opita. Es hora de enfrentar las graves amenazas que siguen latentes. El gran desafío es frenar la expansión de los proyectos, actualizar la capacidad de carga, combatir la informalidad y adoptar prácticas adecuadas de manejo y bioseguridad.
 
“Aunque parezcan extremas, las medidas sanitarias adoptadas por el ICA, están orientadas a enfrentar de raíz una amenaza latente.”.
 
La crisis educativa en Neiva parece agravarse. Las protestas aisladas en colegios reflejan una problemática. No hay maestros, no tienen vigilancia, no cuentan con servicios públicos, la conectividad es deficiente. Las mismas razones se repiten en todas las instituciones. ¿Qué estará pasando?