Albeiro Castro Yépez
Sonaron dianas y campanas para anunciar que en el país las campañas para conquistar gobernaciones y alcaldías han iniciado, se espera que para las calendas del mes de mayo estén en todo su furor, esta es una bella época donde el romance florece de manera esplendorosa, prometiéndose el oro y el moro para ganar adeptos, la mejor arma, decir lo que la gente quiere escuchar. En este sentido, los integrantes de los comités de cultura y turismo están inquietos buscando información de la famosa economía naranja para estructurar las propuestas que deben presentar a sus candidatos.
Sin que el tema sea novedoso, llama la atención la poca asociación que existe entre el desarrollo de las actividades lúdico recreativas y las expresiones artísticas con el ejercicio económico, algo simple que se transformó en complejo, sin desconocer que algunas regiones del país en este tema en particular han avanzado en la implementación de modelos económicos sostenibles y competitivos. Para tomar como referencia el ámbito huilense la mayor preocupación se centra en la organización de los reinados, no solamente, del emblemático Reinado Nacional del Bambuco, sino, de todos los que se realizan en los diferentes municipios del departamento del Huila, enfocanda la atención en los aspectos económicos, específicamente en las remuneraciones por los servicios prestados, pero con muy poca atención en la conservación del concepto del evento, las tradiciones culturales y los componentes históricos de cada evento en particular.
Le caería muy bien a los candidatos hablar a su electorado de la formación de la cultura empresarial para los actores de los diferentes eslabones de la cadena productiva de la economía naranja, un tema contemporáneo, que está de moda y del que muy poca información se tiene, pero que resulta de vital importancia para el desarrollo del turismo cultural, como lo planteó en el año 2017 Inmark en su estudio “Desarrollo del Producto Turístico del Huila”. El planteamiento es muy sencillo, a los actores culturales en ejercicio se les convocaría a participar de un Diplomado en “Emprendimiento Naranja para el desarrollo y sostenibilidad de la Huilensidad”, ejercicio académico que se enfocaría en los aspectos históricos del significado y valor de la cultura huilense, pero también, del estudio de los modelos económicos que permitan generar renta para los actores, desarrollando también un módulo específico para aprender a formular proyectos culturales que permitan participar en las diferentes convocatorias tanto nacionales como las que ofertan las organizaciones de cooperación internacional. Adicional a este ejercicio, se debe aprovechar la catedra de emprendimiento que se dicta a los alumnos del noveno grado de bachillerato para enseñarles las diferentes metodologías existentes para la formulación de emprendimientos culturales y de turismo cultural. Temas chéveres para las tertulias políticas del momento.