La Nación
Entre portazos y contratos 1 27 abril, 2024
COLUMNISTAS

Entre portazos y contratos

Por: Francisco José García Lara.

Al candidato presidencial del partido de gobierno no lo reciben en la coalición de sus antiguos socios, como consecuencia de lo anterior, está obligado a seguir solo en la contienda.

Han pasado más de cinco años del triunfo del “no” en el plebiscito por la paz, 4 desde las elecciones presidenciales del 2018, y en esos momentos nadie se habría imaginado que el otrora poderoso centro democrático fuera a terminar de esa manera.

Algunos culparan a “Iván el cínico” de la debacle, olvidando que simplemente fue un instrumento para mantenerse en el poder, no les importaba nada más, necesitaban como fuera seguir definiendo quien ocupaba el solio de Bolívar, entonces que no intenten sacarle el cuerpo a su responsabilidad, la inadecuada decisión de poner este difícil país en manos de un desvergonzado e inexperto es de ellos mismos.

Padecen por estos días el desprecio de sus congéneres, los mismos que llevan todos estos años usufructuando el poder le dan la espalda, no les conviene estar al lado del candidato del partido de gobierno cuando las tasas de aprobación del mandatario están por el suelo. Lo exprimieron, le sacaron todo lo que pudieron, ahora no les sirve y por eso lo dejan de lado, faltan menos de siete meses para un nuevo mandato, desconocen el significado de la lealtad y se acomodan para seguir apareciendo ante los votantes como salvadores.

Mientras eso sucede, el gobierno no mejora, al contrario, los escándalos de los contratos de las esposas de los asesores de la presidencia demuestran que los límites éticos hace rato se perdieron, podrán decir que fue a sus espaldas o que no estaban enterados, eso no elimina el cuestionable comportamiento de los funcionarios que representan al estado.

No podía ser diferente, un gobierno elegido con dineros del narcotráfico, que ha cooptado las entidades de control y permitió que sus compinches se “abudinearan” el dinero para el internet de los niños, no puede exigir buena conducta a sus funcionarios, así manifiesten su indignación por lo ocurrido y se rasguen las vestiduras, esas aberrantes actuaciones son el reflejo de la podredumbre que desde la “casa de nari” han fomentado.

Muy complicado que un gobierno termine con bajos índices de aceptación, pero aún más difícil es que ni siquiera sus principales aliados quieran estar cerca al partido de gobierno y lo desechen, pareciera que el final de este periodo constitucional va a ser de más portazos y cuestionados contratos. Solo nos queda imaginarnos que va a pasar cuando dejen el gobierno.