La Nación
Francia: ¿crisis del liberalismo? 1 6 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Francia: ¿crisis del liberalismo?

Piero Emmanuel Silva Arce

El mundo atraviesa una crisis que está generando importantes cuestionamientos a los modelos democráticos que se han venido promoviendo como la mejor forma de organización política, social, económica y cultural. A finales del siglo XVIII y con el impulso de La Revolución Francesa –que por cierto fue violenta y radical –occidente avanzó hacia las democracias liberales representativas. La ciudadanía participaba eligiendo a aquellos partidos y sectores políticos que encarnaban su ideal de sociedad.

En la actualidad Francia enfrenta una grave crisis; el grupo denominado Chalecos Amarillos ha puesto en vilo el orden y la estabilidad de una ciudad como París, símbolo de la alta cultura occidental. Ante esta arremetida de las manifestaciones violentas –que comenzaron por el rechazo a una ley que pretendía aumentar el precio del combustible –el gobierno de Emmanuel Macron no sabe muy bien qué hacer. Dentro de los Chalecos Amarillos hay una variedad de sectores sin líderes visibles con los que se pueda iniciar una negociación; tampoco hay unos objetivos claros de este movimiento. Es todo un reto para la institucionalidad francesa. Algunos de los reclamos que se han evidenciado tienen que ver con la necesidad de un debate sobre la fiscalidad y la remodelación del sistema político de manera que la ciudadanía pueda contar con canales de participación más directos que los que ofrece el actual modelo. Una clave para la comprensión de estas reivindicaciones puede estar en la crisis de la democracia representativa. Un modelo que se ha ido agotando porque no ha resuelto las desigualdades que por el contrario se agrandan más; además, no ha podido enfrentar el problema del cambio climático, por cierto, otra consecuencia más de sus propias lógicas económicas y depredadoras.

Es así que las protestas en Francia y la elección de “líderes” anti-demócratas como Trump, Bolsonaro y Duque, son algunos de los hechos que muestran la desconfianza de las ciudadanías occidentales frente a un sistema político aparentemente democrático que está corroído por la corrupción y el interés privado. Estamos ante un liberalismo que ha engañado y se ha sostenido a costa de la explotación de los más vulnerables con el fin de acrecentar las grandes fortunas.

Es hora de pensar en un proceso de reingeniería política, el liberalismo no ha podido responder a los complejos retos del mundo contemporáneo. Por el contrario, ha entrado en un estado de estancamiento y autoritarismo que impiden el avance de otro tipo de proyectos más humanistas y solidarios.

Investigador del grupo: Diálogos.