La Nación
Jorge Dilson Murcia Olaya, exrepresentante a la Cámara por el Huila.
POLÍTICA

“Fui bueno cuando les ayudé a alcanzar las dos curules”

El abogado garzoneño ‘Tito’ Murcia se ‘despachó’ tras su salida del Congreso de la República por doble militancia. Aseguró sentirse perseguido por militantes de los partidos Cambio Radical y Conservador. Dijo además estar desilusionado de la justicia colombiana.

Johan Eduardo Rojas López

Periodistamultimedia4@lanacion.com.co

‘Tito’ Murcia, quien duró menos de un año como congresista, habló con LA NACIÓN, luego que dejara su curul en la Cámara de Representantes tras ser castigado por doble militancia al saltar del Partido Conservador al Partido Cambio Radical en las elecciones legislativas de 2022.

Arranquemos hablando de su salida del Congreso, ¿cómo tomó esta decisión?

Tengo que decir que me tomó por sorpresa porque yo estaba tranquilo con las pruebas que certifican que no incurrí en doble militancia. Esto que ha hecho el Consejo de Estado con mi fallo es la desnaturalización del derecho que aprendí en el Externado de Colombia y sin duda corrobora que en nuestro país los fallos siguen siendo políticos y no jurídicos y que la justicia está politizada. Yo entregué las pruebas contundentes del Partido Conservador que certifica que yo jamás fui directivo de ese partido y del Consejo Nacional Electoral que certificó que nunca fui inscrito como directivo del partido y eso al magistrado ponente de este fallo y a los dos que votaron mi salida del Congreso no les importó, es decir, las pruebas no fueron tenidas en cuenta.

¿Se sintió vulnerado?

Lo que hicieron conmigo fue violarme el derecho de defensa y el debido proceso, además, del derecho natural de controversia de la prueba. No podían haber producido un fallo de nulidad sobre una elucubración jurídica de alguno de los magistrados porque la ley 1475 es clara y yo jamás fui directivo, nunca me notificaron resolución de directivo, no me posesioné como directivo y no ejercí como directivo.

El Huila sabe que quienes fungieron como directivos de ese partido en ese momento, pero además fue un directorio inane porque nunca se posesionó, no nació a la vida jurídica como lo probé y eso no lo tuvieron en cuenta, valió más el video de Esperanza Andrade que entre otras cosas no me lo hicieron oponible, es decir, no lo pude controvertir nunca.

¿Por qué no interpuso un recurso de aclaración?

No interpuse nada más porque me negaron las pruebas; la magistrada que ya no está en el Consejo de Estado, Rocío Araujo, no me quiso valer las pruebas y casi que la copia del fallo de esa señora fue lo que sacó ahora el magistrado ponente Luis Alberto Álvarez Parra que me declaró la nulidad, con el otro (magistrado) que le hizo sala. Duré pidiendo aclaraciones ocho meses y nunca me aclararon nada, siempre se fueron por las ramas. Yo sabía que la presión política que había en este fallo era evidente. Es más, yo me gané de enemigo al señor German Vargas Lleras a quien no conozco.

Precisamente para eso iba y es su enemistad con el presidente del partido que le dio el aval, ¿cómo fue su relación?

Pues yo no puedo tener una rencilla con alguien a quien no conozco, no le he dado la mano y no he tenido un cruce de palabras. Lo que pasó fue que la opitofagia y la ‘guarichada’ opita, excúseme, de la bancada de Cambio Radical fueron a donde él desde antes que yo me posesionara. Entre esos, Víctor Andrés Tovar, exrepresentante a la Cámara por el Huila; Julio César Triana, congresista; Carlos Julio González Villa, senador de la República, y Luz Pastrana. Yo le escribí a Vargas Lleras 20 veces y nunca quiso sentarse a hablar conmigo, él ya estaba indispuesto. Entonces no puedo ser del afecto de un tipo al que no conozco, ni me interesa conocer ya. En ese partido Cambio Radical no me interesa absolutamente nada, es decir, yo fui bueno para ellos cuando les ayudé para alcanzar las dos curules con los cerca de 16.000 votos que saqué, pero fui malo el día que me tocó ir a asumir la posición de Víctor Tovar.

¿Cómo recibe la posesión de Luz Pastrana como congresista?

No tengo nada que decir de esa muchacha, no genera ni frío, ni calor. Ella desde el año pasado confabulada con el secretario del partido Germán Córdoba, muy hábilmente se le metió a Vargas Lleras. Después Triana y Tovar, se volvieron íntimos de los Pastrana y entonces como cual ‘hienas’, el año pasado anunciaron a todo el mundo que ella me estaba demandando a mí desde agosto y un paisano de ella fue uno de los que me demandó. Y luego como una ‘hiena’ merodeando antes de que me sacaran, se lo pasaban en el Congreso todos los días mirando, revisando y hablando.

¿Cómo se sintió en el Congreso de la República sin voz, ni voto?

Hay gente que lleva años como congresistas y no han presentado ni un proyecto de ley, mientras que yo presenté el proyecto de ley de mi autoría de tarifa diferencial en el servicio de energía eléctrica y el del mínimo vital. También hice cuatro debates de control político sobre la ruta 45, seguridad en el Huila, la situación cafetera y las cárceles del Huila. Todo eso a pesar de que me quitaron la voz y el voto, y además estuve suspendido.

¿Se arrepiente de haberse cambiado de partido y haber renunciado a la Registraduría?

Jamás; uno de la vida no tiene que arrepentirse de lo que hizo, sino de lo que dejó de hacer. Yo no tenía nada que hacer en el conservatismo y cuando yo llegué a ese partido llamado Cambio Radical que, de cambio, ni de radical tiene nada, Triana estaba solo, no tenía a nadie en esa lista y allá me recibieron con bombos y platillos, pero esas son organizaciones peligrosas. Cambio Radical es un partido que actúa de manera arbitraria, atropelladora y perseguidora.

¿Esta desilusionado de la justicia colombiana?

Sí, y no de ahora, yo vengo planteando una reforma a la justicia desde que terminé mi carrera hace 30 años y desde esa época se viene hablando de la reforma a la justicia y se ha intentado varias veces, pero cada vez que se intenta le mandan una medida de aseguramiento a quienes lo intenta o amenazan a los gobiernos. Los magistrados no se quieren dejar tocar; hay que acabar con las facultades electorales de los magistrados porque fíjese que ellos nombran a sus mozas, novias, esposas, hijos y amigos, en los entes de control. Y sin duda lo que más me preocupa y debería preocuparles a todos los políticos de este país, es que los magistrados fallen por fuera de la Constitución y la ley. Eso en materia penal se llama prevaricato.

¿Qué viene?

Interpondré mi tutela ahora después de Semana Santa ante el Consejo de Estado nuevamente y debe ir a la Corte Constitucional para que revisen esta infamia que han cometido conmigo. El Huila debe darse cuenta como falla la justicia pútrida que tenemos en este país y conocer esta ampliación del anti derecho que utilizaron conmigo.