Una vez más, las encuestas ganaron en sus pronósticos sobre los resultados electorales del pasado domingo. Como muchas veces lo he afirmado en distintos medios, las encuestas no son un ejercicio matemático sino un análisis de tendencias a partir de una “radiografía” en un momento determinado y en condiciones previstas al tomarla. Quizás, la sorpresa (que las hay precisamente por no ser matemáticas) la dio Juan Daniel Oviedo al lograr la segunda mayor votación en Bogotá por encima de Gustavo Bolívar quien, según los sondeos, sería el segundo. También, en el caso de la capital del país, el que Carlos Fernando Galán haya logrado la alcaldía en primera vuelta, las encuestas, especialmente las dos últimas, lo vaticinaron.
Era evidente que Bolívar no había calado lo suficiente entre los seguidores (las diferencias en las proyecciones entre la votación prevista así lo indicaban) de su propio partido pues resultaba extraño que apareciera como candidato a la primera alcaldía del país cuando como senador había renunciado por cuanto sus ingresos se veían disminuidos en relación con lo que percibía por sus actividades como escritor y guionista de sus novelas televisadas algo que, con seguridad, se complicaría en la alcaldía de Bogotá. Los resultados de Barranquilla y Medellín estaban cantados.
En Cali no tanto, pues en el último mes el candidato Eder, gracias a sus acuerdos programáticos con otros candidatos, terminaron favoreciéndolo su candidatura hasta alcanzar una importante diferencia que lo llevó al primer cargo público de la capital del Valle. En el Huila, las encuestas también acertaron. Desde que se empezaron a divulgar pronósticos, Rodrigo Villalba siempre aparecía como el preferido de los votantes por amplio margen. Cuando el candidato Rodrigo Lara decidió participar en la contienda se estableció una competencia entre los dos opacando a los demás aspirantes. Sin embargo, las diferencias siempre se mostraron ampliamente a favor de Rodrigo Villalba. Su triunfo fue por más de 57.000 votos frente a los del candidato Lara. En el caso de Neiva, Germán Casagua nunca perdió la primera opción para la alcaldía y la consiguió con una amplia ventaja frente a Héctor Javier Osorio, el segundo.
Como siempre ocurre, después de conocerse los resultados surgen diversas opiniones sobre los ganadores; unas descalificándolos por “viejos” o porque “nada han hecho”. Conceptos que son producto de la polarización del país político y que fácilmente se sustituyen por la gestión que todos esperamos empiecen a cumplir tan pronto lleguen a sus puestos. Los triunfadores en mi departamento tienen como responder. El mejor mensaje que se deriva de los resultados especialmente a quienes están en la contienda para responder más oportunamente: ¡Hay que creer en las encuestas!