La Nación
Habitar el mundo 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Habitar el mundo

Por: Piero Emmanuel Silva Arce

La idea de que el derecho a la propiedad es igual a la acumulación desbocada de capital se ha venido instalando en el mundo contemporáneo. En su libro La condición humana, Hannah Arendt evidencia que la propiedad significa la posibilidad de ocupar un lugar en el mundo, esta tiene que ver con el trabajo que crea productos que perduran en el tiempo, generando la posibilidad de ser utilizados sin que se degraden rápidamente. Por el contrario, la generación y acumulación de riqueza a ritmos acelerados está en relación con un sistema donde el producto se desecha rápidamente, hay una necesidad constante de consumir, es la base de lo que se conoce como obsolescencia programada.

El modelo social en el que vivimos ha llevado a hacer de las personas, esclavas de las necesidades naturales y artificiales. Ya Karl Marx en su propuesta intelectual había planteado que las revoluciones deberían llevar a la emancipación del trabajo por necesidad, es decir, por un lado, a no tener que vender la fuerza de trabajo para sobrevivir y, por otro, a no laborar para cubrir las necesidades originadas por el mercado; en todo caso, un modelo de trabajo que no esté atravesado por la necesidad. Para quienes trabajan por sobrevivir, que son las personas expulsadas de un lugar en el mundo por la pobreza, la marginación y la desigualdad, el trabajo se centra en la necesidad, en no morir; para esos segmentos de las clases medias, miedosas de perder lo poco que tienen, el trabajo se realiza para consumir los productos que se van agotando en un corto tiempo; también hay ahí una lógica de necesidad. Las condiciones desmejoran y nos condenan a los no lugares para que vivamos en torno a la necesidad. Los empleos precarios nos desechan; el negocio de la salud juega a la ruleta rusa con la vida; la mayoría queda excluida del sistema educativo; las guerras desplazan a la gente de sus lugares; las decisiones políticas se reducen al momento electoral, impidiendo la acción de la ciudadanía.

Los diferentes ámbitos de la vida cuentan con una lógica de expulsión de los lugares de propiedad necesarios para la construcción de una esfera pública efectiva, de encuentro ciudadano y toma de decisiones. En ese ciclo vital reducido a la necesidad, es importante reivindicar las condiciones necesarias de igualdad material, política, cultural y social, donde se vuelva a consolidar una esfera pública que opte por el cuidado y el goce de la vida sin distinción alguna y donde el trabajo esté orientado no por las necesidades sino por el cuidado del entorno común.

Investigador del grupo Estudios Políticos.