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Huila, café expreso

Desde Neiva hacia el sur, se abre la flor del café, de la misma familia del jazmín y desde el comienzo, antes de ser fruto o cosecha, brota fundida con los aromas frutales de estas tierras. Los mandarinos cargados entre surcos de la caturra, los costales extendidos al sol, las ramas de los árboles inclinadas sobre la vía y hasta los corridos mexicanos que emergen del parlante que se zarandea al lado del conductor del carro, todo en la atmósfera tiene un aroma de café con el acento sanjuanero. Con el minifundismo y el compadrazgo, con los grupos de amistad, que empezaron a funcionar como una minga, se transformaron en grupos asociativos, con buenas prácticas ambientales, con las bondades de esta tierra los campesinos Huilenses empezaron a posicionar el café de nuestra región. 

Hombres que empezaron como recolectores, ahora son los patrones de la finca, poco a poco se han convertido en finalistas y ganadores de la taza de la excelencia, un reconocimiento que la federación nacional de cafeteros otorga desde 2005 al producto que mejor cumple como café especial, una categoría que este departamento ha ganado cinco veces y que siempre tiene finalistas en el Huila, la visión empezó a cambiar, y como cultivo su imagen se convirtió en una grata revelación del mercado.
El Comité Departamental de Cafeteros tiene en el Huila la denominación de origen del café producido en la región.

El grano del Huila obtiene su denominación de origen, proceso que adelanto la Federación Nacional de Cafeteros. Permitiendo que el departamento tenga su propia marca de café, Así mismo,  la denominación de origen permitió que el café departamental pueda ser vendido de forma exclusiva y se diferencia frente a los demás granos producidos en el país, permitiendo así que los productores reciban un sobreprecio adicional por la calidad del café huilense.

La federación  sigue trabajando a través de la oficina central, existen adelantos científicos que nos permitirán mediante tecnología identificar no sólo el café colombiano, sino de las de las diferentes regiones, que es lo que va a garantizar a futuro la riqueza del café regional.

La denominación de origen del café del departamento podría comercializarse de una mejor forma en el mercado internacional, e incluso permitiría que los compradores mundiales diferencien el café del Huila para fidelizar las ventas. Indudablemente cuando podemos diferenciar la calidad del producto le genera un valor agregado, pues la no identificación efectiva de nuestro origen hace que muchos comercialicen café como si fuera huilense cuando ha sido cultivado en otras regiones del país. Si logramos esto, la gran ventaja es que podemos identificar el ADN de nuestro café y decir éste es efectivamente del Huila.

Con otros ojos debemos garantizar bienestar a las 300 mil familias que se benefician directamente del grano, que la comercialización y la calidad sea una meta y un propósito, pero que la pobreza de los cafeteros Huilenses sea tan solo un recuerdo luego de garantizar un mercado sostenible, y que los mercados internacionales no golpeen la economía del producto, blindándola con venta a futuro y garantizar los subsidios en tiempo de baja incontrolable.