“No soy una mujer de derrotas, soy una mujer perseverante”, dijo Ana Belén Charry después de que chispas de aceite caliente le salpicaran la cara en una prueba del concurso MasterChef Colombia.
Pese al ardor en el rostro no se dio por vencida y finalizó el ejercicio y salió adelante del reto. El incidente sirvió para evidenciar de qué está hecha la huilense, quien hoy es la segunda mejor cocinera del país, aunque estudia quinto semestre de antropología.
¿Qué significó llegar a la final?
La satisfacción de haber logrado pasar muchas pruebas, y que fuiste exitosa en la meta propuesta, puesto que estas a punto de terminar lo que empezaste. Se sienten nervios y mucha emoción de saber que estás tan cerca después de un duro camino hasta la cima. Pienso que entre más duro el recorido uno valora más la recompensa.
¿Es frustrante no haber alcanzado el primer puesto?
No lo conseguí, pero quien ganó es un amigo mío del alma. El segundo puesto no te hace ganadora, pero yo me siento así, porque aprendí muchísimo. El tema no es de dinero que ganas por la competencia, sino también las amistades que cosechas para la vida, que te deja mucho más.
¿Cuáles son esas amistades que quedarán en la vida de Ana?
Una de ellas es la de Alexandra, de la Guajira, una mujer que tiene mucho carisma, mucha entrega, y de quien se aprende a cada minuto estando su lado. Es una mujer que nunca quiero que salga de mi vida, y planeo tener una increíble amistad con ella de aquí en adelante. También sé que habrá una gran amistad con Leonardo, es raro y es diferente en las amistades, pero creo que se fortalece y da una base muy sólida para el futuro.
¿Qué viene en adelante?
Terminar mi carrera profesional, voy en quinto semestre de antropología. Me gusta mucho terminar lo que comienzo, pero sé que no puedo dejar la cocina. Entonces armonizaré el estudio con las prácticas alimenticias, a las tradiciones gastronómicas, a ponerle un toque de sabor’ a la antropología porque es una manera distinta de ver la cocina. Más allá de ser una administrador de empresas o un nutricionista creo que es una perspectiva diferente que puede hacerme una mejor cocinera en el futuro.
¿Cómo puede el Huila verse reflejado en ese ‘toque’ y perspectiva diferente que usted tiene?
La gastronomía huilense creo que es muy variada y sabrosa, y en eso quiero verme reflejada. Mis abuelos son opitas, yo soy opita, quiero ser el orgullo de ellos, y a la vez aprovechar los productos autóctonos. Por ejemplo, la cholupa, tiene denominación de origen, eso es un sello demasiado importante. Nos hemos ganado la lotería y todavía no nos hemos dado cuenta. ¿Por qué no difundir por medio de la pastelería, que me fascina, un producto tan nuestro como es esa fruta?
¿Cuáles otros productos huilenses le gustaría explotar en sus platos?
Me enamoran las guamas, todo niño opita la ha probado alguna vez en su vida. Las achiras, los insulsos o la cuca son preparaciones ya hechas que se pueden relacionar con mi estilo de gastronomía y así llevar a que otras personas reconozcan el sabor tradicional. El chef o el cocinero nunca es el autor, sino la historia, pero a su vez lo llevas a tu manera.
¿Qué es cocinar en vivo, con presión de público, televidentes y, sobre todo, frente a un jurado?
La gran diferencia es el tiempo…yo entendí que es envejecer. Tienes que ser muy ágil de mente. Te dan la instrucción y mientras tienes que ir pensando, preparando… ¿qué voy a cocinar?; ¿qué ingredientes necesito?, y al mismo tiempo, si te preguntan algo, responder algo coherente y no te pillen que es lo que tú estás pensando cocinar.
¿Es muy diferente a cocinar en el hogar?
Claro, allí es donde tú conoces el gusto de toda la vida, distinto a cocinar en un ambiente donde son personas que han probado de todo.
¿Qué reflexión te llevas de la competencia?
Me llevo de Masterchef que tú cocinas para los demás. Es como si el cocinero fuese el escritor y durante la preparación prueba cada uno de los capítulos de la obra como tal. Es un privilegio que sólo tiene el lector y que el chef o el autor nunca conocerán.
¿Y cuáles experiencias destacarías?
Me llevo amigos para la vida que son igual de monotemáticos a mí: sólo hablan de cocina y les fascina, me llevo al seguridad de que la cocina es lo que hace palpitar mi corazón, y que quiero seguir creciendo en ello pero seguir siendo quien soy.
¿Ana Belén tiene planes de hacer empresa de su cocina en la capital huilense?
Me encantaría poner un restaurante aquí en Neiva pero para eso se necesita experiencias, capital y al mismo tiempo mucho perrenque, tengo el perrenque me faltan las otras dos.