La Nación
COLUMNISTAS

La vida es sagrada

No cabe duda que la vida es sagrada. El adjetivo calificativo sagrado, le da un carácter solemne al sustantivo vida. Se ha hecho una marcha por la vida, enhorabuena tan excelente idea. Felicitaciones a Fenalco y a todos sus colaboradores por tan acertada actividad que tiende a sensibilizar a nuestros coterráneos sobre el valor de la vida humana. No olvidemos que la vida humana empieza desde el momento mismo de la concepción. Matar la vida en el vientre materno, si es verdad que en Colombia no es delito, sí es un pecado que clama al cielo. Toda vida humana es sagrada.

Hablar de la vida sin referencia a Dios, no es vida humana. El mensaje leído sobre la vida al iniciar la marcha no tenía ninguna referencia a Dios. Sacar a Dios de la vida humana, es matar al hombre. Dios para algunos miembros de la clase dirigente es un estorbo. De donde se saca a Dios, ocupa el puesto el  endiosamiento del hombre. El hombre sin una referencia al Absoluto, se convierte en la fiera más feroz de la jungla humana.

El culto al hombre es la mayor deshumanización. ¡Cuántos hombres, a lo largo de la historia, se han arrogado la identidad de Dios! El hombre ha sido temerario en estos intentos por creerse Dios. Los cristianos no debemos permitir que saquen a Dios de nuestras normas jurídicas. Dios es la absoluta fuente de toda autoridad. Los pocos ateos que hay en Colombia nos deben respetar a los cristianos. Usted puede ser ateo o agnóstico y se lo respetamos, pero no nos irrespeten quitándonos a Dios de nuestra vida y cultura. Callar es otorgar. Callar es una nueva forma de aprobar.

Hay una cierta incongruencia en nuestra cultura. Por una parte se habla que la vida es sagrada y, por otra parte, se ha legalizado el aborto. Se condena el asesinatos de niños -como el caso del execrable  asesinato de los niños en el Caquetá, en lo cual estoy absolutamente de acuerdo-, pero al mismo tiempo se promueven campañas a favor del aborto, bajo el sofisma de distracción que la madre es la dueña de su cuerpo. Sí, pero la vida del bebé en gestación tiene un estatuto de vida absolutamente distinto del de la madre gestante.

En una sociedad en donde todo resulta desechable, también los ancianos van apareciendo como un estorbo a la vida humana; entonces viene la eutanasia. ¡Que cultura tan sibarítica! ¿Quién entiende al hombre? Definitivamente el hombre es un ser complejo y con frecuencia contradictorio.

Hoy se van creando sociedades zoo profilácticas, pero se mata al niño en el seno materno y, además se declara legal. Antes el aborto era un delito, ahora es un derecho. ¡Hasta dónde llega la inmoralidad del hombre! Matar a un ser humano es un pecado grave que clama al cielo. Los hombres podrán ser aplaudidos por el hombre, pero no serán aplaudidos por Dios a la hora de la muerte.

La cultura ecológica es sana y bienvenida sea. El ecologismo es una suplantación de la dignidad del hombre por darle prioridad a la naturaleza. La única criatura que es “imagen y semejanza de Dios”, es el hombre. La naturaleza debe estar al servicio del hombre y éste debe establecer un equilibrio ecológico, en función de la vida humana.