La Nación
Lo bueno, feo y por mejorar del Festival 1 30 abril, 2024
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Lo bueno, feo y por mejorar del Festival

Lo bueno, feo y por mejorar del Festival

 

Lo que ocurrió, bueno y feo durante las festividades sampedrinas en el Huila pero también lo que se debe mejorar.

 

 

 

Cecilia González Villa

ceciliagonzalez@lanacion.com.co

 

Con la elección de la Reina Nacional del Bambuco terminó la versión número 59 del Festival que tuvo 15 días intensos de eventos programados y desarrollados.

Las reinas, los grupos de música tradicional huilense, los de bailes autóctonos de la región así como las orquestas hicieron parte de la celebración que desde ya debe comenzar a prepararse con de la manera más exigente para el cumpleaños 60.

Y aunque no cabe duda de que las festividades sampedrinas siguen atrayendo la atención del país, todavía queda mucho por hacer y corregir.

En esta oportunidad, hubo para todos los gustos. Muchas cosas por destacar y otro tanto por criticar.

Lo bueno

No cabe duda de que con todo y sus lunares, la fiesta sampedrina sigue convocando a las familias huilenses alrededor de las tradiciones y la gastronomía local.

Este año, la Corporación del Festival acertó con la elección del jurado calificador del Reinado Nacional del Bambuco. Todos dominaban el tema cultural y la mayoría era local.

Muy buena la calidad de los artistas que se presentaron en todos los actos culturales programados, tanto en las fiestas municipales como en las departamentales.

El entusiasmo de cada uno de los integrantes de los grupos musicales y de danzas se notó en todo momento. Cada uno de ellos quería hacer y dar lo mejor de sí.

El colorido de los trajes de los grupos de participantes en los desfiles folclóricos fue impresionante. La diversidad de los colores llamó la atención de los asistentes.

Asimismo, se destacó la gran variedad de culturas reunidas en una sola fiesta como el Festival. Se notó la presencia de muchos grupos folclóricos provenientes de otras regiones del país que lograron engalanar los desfiles.

Según los jurados calificadores del Reinado Nacional del Bambuco, este año la gran mayoría de las participantes ostentaron gran conocimiento de cultura y preparadas en todo sentido.

En las calles muchos propios y visitantes se vistieron a la altura de  las fiestas con los atuendos sampedrinos como sombrero, rabo’egallo y las hermosas blusas sanjuaneras, entre otros elementos propios de la tradición huilense.

El exitoso concierto de Silvestre Dangond y Yeison Jiménez en el Club Campestre que en 48 horas logró organizar la Junta Directiva.

Para este año, la decisión de no instalar los palcos y las graderías  sobre la vía que solo la dejaban en mal estado y causaba traumatismo en la movilidad en la Avenida Circunvalar cayó muy bien entre todos. Acertado.

La realización del almuerzo real por cuenta de una marca como Andrés Carne de Res pero coordinado por empresarios huilenses fue bueno. Hubo organización, buena comida y un ambiente totalmente diferente.

Cabe destacar el rol que desempeñó la empresa encargada del aseo de la ciudad. Tras los desfiles y cabalgatas de inmediato se veía a los llamados ‘escobitas’ barriendo y recogiendo los desperdicios dejados por los asistentes.

Este año, los eventos programados durante la temporada sampedrina iniciaron cumplidamente y a la hora señalada lo cual ayudó a agilizar igualmente su terminación y cansar menos a sus participantes.

En el departamento y el resto del mundo, los huilenses pudieron disfrutar de los eventos del Festival a través de NTV Canal y redes sociales. Señal Colombia también transmitió la velada de elección y coronación.

Los eventos programados dentro de las festividades contaron con buena asistencia de público.

Tanto el alcalde de Neiva Rodrigo Lara Sánchez como el gobernador Carlos Julio González Villa estuvieron presentes en todos los actos previstos, haciendo seguimiento para que todo saliera bien.

 

Lo feo

Definitivamente lo más feo este año fue la cancelación del llamado concierto de la historia en Neiva. Si bien era un evento privado era muy atractivo a nivel nacional y eso atrajo a muchos visitantes. La imagen de las fiestas quedó seriamente lastimada por la falta de seriedad de algunos empresarios.

Las riñas y atracos, antes y durante los desfiles y cabalgatas no faltaron y se presentaron muchos casos. Pese a que las autoridades hicieron su tarea, los amigos de lo ajeno hicieron su agosto en San Pedro.

Nada bueno la desinformación que algunos echaron a rodar contra el almuerzo real, solo porque fue hecho por un operador diferente a los de siempre.

Feo que algunos políticos locales se aprovecharon las fiestas sampedrinas y utilizaron desfiles y cabalgatas para hacer campaña.

Preocupó el bajo número de participantes en el Reinado Departamental del Bambuco. Muchos municipios pasaron de agache en este certamen.

Se registraron muchas quejas contra los taxistas muchos de los cuales habrían abusado con las tarifas, pese a que la Alcaldía de Neiva no autorizó este año la prima sampedrina.

En los palcos ubicados en la Circunvalar también se escuchó a muchos usuarios que los precios de las entradas para ver los desfiles y cabalgatas estaban por las nubes.

Los avivatos que instalaron palcos ilegales en la avenida Inés García de Durán, sin contar con ninguna clase de medida de seguridad ni garantía alguna. Incluso algunos fueron cerrados por las autoridades.

Por mejorar

Algunos de los jurados calificadores  recomendaron que los desfiles en traje artesanal deben volver a ser eso precisamente y no pasarela de trajes de fantasía.

Aunque año tras año el público acompaña el tradicional desfile acuático en el río Magdalena, expertos recomendaron que se debe rescatar el evento y sacarlo adelante.

Valdría la pena optar por adelantar el horario del acto de coronación de los Herederos de la Tradición. De esta manera se evita que los pequeños se queden dormidos  pues el trajín resulta muy largo para ellos.

Se debería hacer un seguimiento riguroso a los empresarios que expresan su intención de traer grandes espectáculos musicales a las festividades para evitar situaciones salidas de tono como la ocurrida el fin de semana pasado.

Cada año, la Reina Nacional del Bambuco que resulta ganadora es llevada por los organizadores del Festival  al Club Campestre donde baila ante los asistentes. Este año no fue así y no se puede olvidar que es ya una tradición de tantos años.