La Nación
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Mal presagio – Luis Humberto Tovar Trujillo

Mal mensaje el que envía el Gobierno Santos, con la decisión de desconocer los efectos de la decisión de la CIJ de La Haya. Mal mensaje el que envía el Gobierno Santos, con la decisión de desconocer los efectos de la decisión de la CIJ de La Haya. De una parte, parece mas una calentura tropical propia de nuestra estirpe, politiquera además, para dar a entender que esta destrozado, se le puede creer o esta mas preocupado por las encuestas, por semejante decisión que toca las entrañas mismas de la soberanía, con los errores de todo orden cometidos por los responsables del manejo de la política internacional. De otra, esa actitud maniquea de que los fallos cuando nos son favorables hay que acatarlos, sentimiento inicial que se observaba el día de la lectura del fallo, y cuando no, entonces hay que rechazarlos y desconocerlos; y por ultimo, los efectos que esta situación conlleva frente a la sociedad y al Derecho Interno e Internacional. Es menos lesivo esta postura frente al Derecho Internacional, en la medida en que el mismo Pacto de Bogotá, da la posibilidad del retiro del mismo, situación que en palabras del Doctor Nieto Navia, ha debido hacerse hace 15 años, como medida cautelar para evitar situaciones jurídicas de esta magnitud. Y en el entendido de que los límites de los países se fijan a través de tratados internaciones entre los países involucrados y no por sentencias peregrinas, inequitativas, torticeras y nugatorias de toda una concepción del Derecho Internacional, como el meridiano 82. En eso estamos de acuerdo. También hubo muchos errores garrafales, como las destempladas declaraciones de la Ministra Holguín, que abonaron la decisión última. Ella debe renunciar pero no porque con ello arregle o no los problemas de los habitantes del Archipiélago por efecto de la sentencia, como ella misma lo dijo, sino por respeto a la soberanía, es decir, por respeto al pueblo colombiano, en quien reside en ultima instancia la soberanía. En el derecho interno, con el agravante de un paro, que pasara con el futuro de las sentencias judiciales que no gusten, haremos lo mismo?, someternos a la jurisdicción y luego desconocer sus decisiones?; porque también aquí hay sentencias inequitativas, politiqueras, injustas, aberrantes, desconociendo hechos y derechos, con la excepción de que aquí no tenemos tratados o pactos de retiro, sino el manido pacto social de Rousseau, y con ese cuento nos bandeamos. De todas formas un trago amargo para los colombianos, y  esto no se soluciona con declaratorias tardías de emergencia, actitud politiquera pretendiendo remediar el abandono al archipiélago de todos los gobiernos.