La Nación
EDITORIAL

Medellín, ¡qué ejemplo!

Alguien en su sano juicio no hubiese apostado hace 20 años que Medellín, en ese momento considerada la capital mundial de la mafia y del sicariato, estaría dos décadas después entre los modelos positivos a exhibir ante el mundo y que se le consideraría en el primerísimo lugar como la más innovadora, venciendo a 199 competidoras de todo el planeta y en la gran final a la más cosmopolita de todas, Nueva York y a la pequeña pero muy desarrollada Tel Aviv de Israel, cuya mayor área urbana fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Alguien en su sano juicio no hubiese apostado hace 20 años que Medellín, en ese momento considerada la capital mundial de la mafia y del sicariato, estaría dos décadas después entre los modelos positivos a exhibir ante el mundo y que se le consideraría en el primerísimo lugar como la más innovadora, venciendo a 199 competidoras de todo el planeta y en la gran final a la más cosmopolita de todas, Nueva York y a la pequeña pero muy desarrollada Tel Aviv de Israel, cuya mayor área urbana fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y como si fuese el gran reconocimiento, los organizadores señalaron que su respuesta en votos fue aplastante, con el 70 por ciento más de un millón de opiniones a favor recibidas al 31 de enero de 2013, y destacan que la capital antioqueña es una ciudad que encontró nuevas soluciones a problemas viejos, como la movilidad y el deterioro ambiental y la seguridad que redujo de manera increíble sus índices de homicidios y el entorno cultural y educativo que ha crecido exponencialmente. El brillo de los museos, los centros culturales, las bibliotecas y los colegios que enriquecen la comunidad, las escaleras eléctricas para las zonas más deprimidas, el Metro que se volvió su icono, el acertado manejo de EPM como la gran empresa pública del país y la seriedad de sus gobernantes le han otorgado ese honroso reconocimiento a la capital de los paisas, para envidia sana del resto de Colombia. Lo que más resaltan los organizadores del concurso mundial, el periódico The Wall Street Journal, el Urban Land Institute y el banco Citigroup es a una ciudad que conectó con sus lugares de trabajo y sitios de esparcimiento a sus ciudadanos, creando así innovación. “Oportunidades para todos” es la frase que marca a esta urbe por los programas sociales que abarcan a todos los estratos, y como lo ha dicho su alcalde Aníbal Gaviria, una ciudad que a pesar de sus dificultades que ha vivido en el pasado se reinventa en forma constante y que se ha convertido en una fuente de inspiración para otras ciudades de Colombia y del mundo. Medellín se consolida así como un gran producto de imagen nacional y pone un punto alto para el resto de capitales, comenzando por Bogotá donde las bizantinas discusiones, los carruseles de la contratación, el populismo barato y la falta de un real sentido de pertenencia de sus 9 millones de habitantes la han atrasado a niveles grotescos. No más está ahí el proyecto del Metro, concebido para la Sabana desde hace más de 60 años y que aún sigue en análisis y prospectivas de nunca acabar. Y para ciudades como Neiva el mejor ejemplo que nos dan los medellinenses es su capacidad de superar el gran punto negro de la violencia y su consiguiente mala imagen; le apuntaron en serio, planearon, ejecutaron y salieron adelante. Medellín es hoy así la hermana mayor que nos invita a emularla en todos sus aspectos positivos. “La capital antioqueña es una ciudad que encontró nuevas soluciones a problemas viejos, como la movilidad y el deterioro ambiental y la seguridad que redujo de manera increíble”. EDITORIALITO Sensato el llamado hecho por el obispo de Garzón, monseñor Fabio Duque Jaramillo para que las autoridades y los dirigentes del paro se sienten a dialogar, sin poner condiciones. La situación es grave y podría traer consecuencias funestas para el país. “No creo- dijo- que el problema se resuelva con represión”.