Por eso, la candidata, de 23 años, nacida en Acacías (Meta), estudiante de ingeniería ambiental de la Universidad Santo Tomás, ha sido duramente criticada por la organización y los asistentes al Coliseo de Neiva. En 2013 se coronó Reina Nacional de la Ganadería, representando a su departamento.
¿Qué significa para usted el Reinado Nacional del Bambuco?
Un sueño cumplido. Desde siempre quise ser Reina Nacional. Aunque he pasado por distintos certámenes, siempre soñé con este momento, con venir a Neiva.
¿Confirma entonces que ha estado en muchos reinados?
Fui Reina Internacional del Joropo; Nacional del Azúcar; y de la Ganadería. Al concurso me presenté como Señorita Meta. Me presenté dos veces al certamen que hacen en mí departamento, se llama Reinas del Meta, y venir a Neiva. Las dos veces que me presenté no me dejaron, es decir, hace tres años y este año me negaron la oportunidad de venir como Señorita Meta, entonces tomé la determinación de venir por Bogotá.
¿Cómo fue el proceso para ser Señorita Bogotá?
Yo llevo seis años viviendo en Bogotá, donde estudio, fue la ciudad que me adoptó, me abrió las puertas y me dio la oportunidad de crecer como persona y como mujer. A mí me eligieron por decreto, directamente la Oficina de Turismo a través de un documento me permitió ser la Señorita Bogotá.
¿Qué la impulsó a ‘descoronar’ por un momento a su compañera del Tolima?
Fue una reacción de momento, fueron sentimientos encontrados de ira y decepción por la determinación que tomó el jurado calificador. Los miembros que estuvieron con nosotras las candidatas todo el tiempo acompañándonos no fueron los únicos en tomar la determinación. La noche de elección y coronación aparecieron dos jurados más quienes no estuvieron en ningún desfile, nunca nos entrevistaron, ni mucho menos nos conocieron. Solo esa noche vieron el baile y tomaron la determinación.
¿Pero el fallo de un jurado no es para acatarlo y respetarlo?
A mí me pareció injusto, había otros bailes mucho más bonitos. Para mí, el baile de la Señorita Tolima no fue el mejor. Entre las mejores estaban Valle, Caquetá, Barranquilla. Yo conocí el proceso de cada una de ellas para participar. Fue de lucha, constancia y dinero. Me dolió mucho que unos jurados sin criterio del folclor huilense sean capaces de elegir sin argumentos a una candidata y se burlen de las demás. Venir a un reinado no es fácil, es mucho tiempo y dinero. El parejo es costoso, el traje, la publicidad, son miles de cosas…entonces es la burla a las ilusiones de nosotras. El tema es más que personal, es más de respeto por el folclor y por nosotras las candidatas.
¿Se arrepiente de lo que hizo?
No me arrepiento porque debía marcar un precedente, y debía hacer lo que Colombia y el departamento del Huila vieron. Que los jurados llegaron a último momento, nunca estuvieron, nadie sabe eso… el pueblo también estaba inconforme con la elección y coronación. Todos escucharon: gritaban ‘rosca’, que esa no era la ganadora, la verdadera reina.
¿Tuvo la oportunidad de hablar con Valentina?
No, ni antes, ni durante, ni después del Reinado tuve la oportunidad de hablar con ella, jamás cruzamos palabras. Ella era una mujer muy aislada.
Se habla de una posible destitución del título de virreina por su reacción. ¿Qué sabe?
Realmente en las reglas del concurso no dice que me puedan destituir ni como virreina, ni como señorita Bogotá, porque no hay ninguna norma que yo esté incumpliendo.
¿Qué viene ahora para Jeimy Silvestre, actual virreina Nacional del Bambuco?
En cuanto a lo personal, terminar mis estudios, soy microempresaria, tengo mi propia empresa, seguir con mi familia y disfrutando. Estas son cosas que pasan, y la vida continúa.
¿Qué mensaje envía al Huila?
Espero que esto sirva para mejorar los certámenes y los intercambios culturales, y así no se generen esta clase de conflictos, que deterioran. Mil gracias al Huila, realmente me encantó Neiva.
La señorita Bogotá asegura haber sido Reina Internacional del Joropo; Nacional del Azúcar; y de la Ganadería.