La Nación
COLUMNISTAS

Otra vez el paro agrario

El dedo en la llaga

Otra vez los “líderes” de los campesinos nos van a someter a un nuevo paro agrario. Marchas, bloqueos, pedreas, actos de vandalismo, pérdidas millonarias, en fin lo que eso significa. Pero no me mal entiendan, nuestros campesinos tienen todo el derecho a protestar, a pedir, a exigir soluciones para su sector, lo que sucede es que estos paros terminan sirviendo a interés politiqueros y mezquinos, ya quedó registrada la incitación en su momento del senador Robledo a esta clase de actuaciones de hecho.
Para nadie es un secreto que el talón de Aquiles del Presidente Santos son estos paros, tal vez porque los deja marchar, porque no les da la razón en lo que piden, o simplemente prefiere conversar en otros momentos, lo cierto es que este paro a un mes de elección tiene más un tufillo electoral que de peticiones justas.

Creería que con este Gobierno se puede dialogar y llegar a acuerdos razonados y los colombianos no debemos sufrir por el uso que los politiqueros le dan a esta clase de manifestaciones, además, desde siempre ha habido infiltraciones de grupos ilegales, lo que torna estos actos en situaciones de constreñimiento al campesinado.
Sin lugar a dudas las reclamaciones son justas, los insumos están costosos, el contrabando tiene azotados a los campesinos, las deudas los agobian, estos y otros factores son reclamos merecidos, pero todo tiene sus momentos, que van a lograr a tres meses de elecciones o de cambio de Gobierno, la verdad nada. En junio hay un nuevo presidente o el mismo y con ley de garantías no es mucho lo que se pueda hacer, es mejor esperar al nuevo cuatrienio, con los mismos o con los nuevos para darle impulso a los acuerdos alcanzados, mientras tanto perdemos todos los colombianos, pierde la economía del país, el campesinado no se debería dejar utilizar por los de siempre, ni servir intereses electoreros.

Por último. Hoy hace exactamente 30 años mataron al exministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, ejemplo de honradez, capacidad y transparencia. Dejó una honda huella no solo en nuestro departamento sino en el país, se enfrentó a las mafias corruptoras y por esto perdió la vida. Ojala el Huila nunca lo olvide y sea ejemplo de las nuevas generaciones de políticas. Siempre he dicho que si no lo hubieran matado hubiera sido el presidente de todos los colombianos, tenía aspiraciones para llegar a lo más alto y sabía hacer buena política. Paz en su tumba.