La Nación
EDITORIAL

Panorama laboral

Con una alta tasa de desempleo, pobreza e informalidad, los trabajadores colombianos celebran hoy su histórico día. Según el Dane, la tasa de desempleo llegó a 11,4% en los tres primeros meses de 2013, luego de que en marzo se ubicó en 10,2%. Según el organismo, la población ocupada alcanzó a 20,4 millones de personas en marzo pasado, mientras que los subempleados sumaban 9,3 millones y los desempleados 2,3 millones, lo que demuestra la creciente informalidad.

El desempleo se concentra en los estratos bajos. Un tercio de los trabajadores en Colombia no tienen contrato y otro tercio de los asalariados no reciben ningún beneficio laboral. El empleo no asalariado (informal, el autoempleo e independiente) registra las mayores incertidumbres.

Los jóvenes y las mujeres, los sectores más vulnerables, han mantenido tasas de desempleo dos veces mayores a las de los hombres y los trabajadores con menos años de educación.

A pesar de los grandes esfuerzos del gobierno para enfrentar esta problemática, el desempleo y la informalidad sigue siendo alarmante. Se calcula que no más del 40 por ciento de la población económicamente activa tiene un contrato de trabajo formal. También la precarización de la remuneración. El desempleo no solamente engendra pobreza, también conduce a la exclusión social.

El empleo sigue siendo una prioridad. Un desempleo prolongado genera efectos económicos no sólo en la producción, el ingreso y el consumo. Igualmente debilita la integración social, coarta el desarrollo de las capacidades humanas individuales y colectivas y pone en juego incluso los principios democráticos.

Colombia necesita avanzar en la formalización de su empleo, mejorar los niveles de remuneración generando educación para la productividad, y consolidar un sistema de seguridad social que incluya a los trabajadores informales, en especial a los de las áreas rurales, para hacer realidad el anhelo de la equidad social.

En este campo se han venido dando pasos importantes. El ministro de Trabajo Rafael Pardo destacó por ejemplo los acuerdos de formalización entre empresas y trabajadores. El ministro Pardo, considera que está creciendo el trabajo de mejor calidad, pues en 2013 tienen empleo 5,7% más asalariados.

Igualmente viene avanzando en crear mecanismos de protección a la vejez, a los riesgos y protección en general a la seguridad social para trabajadores independientes o dependientes que nos las tenían.

Además, en medio de una creciente incertidumbre, los trabajadores esperan una reforma pensional, pero también grandes cambios en materia de seguridad social, temas cruciales que siguen golpeando a los trabajadores colombianos.

Pese a que la economía colombiana recobre un sendero de crecimiento, bajar los niveles de informalidad no será fácil. La informalidad no sólo es un fenómeno que resulta de las dificultades del crecimiento. La informalidad no puede considerarse sólo como un proceso de transición para llegar a tener empleos formales.

Más allá de la dimensión económica, la informalidad como la pobreza, la precarización salarial siguen golpeando a millones de trabajadores colombianos, esperando una oportunidad capaz de incorporarlos en los senderos de progreso que todos deseamos.

“Pese a que la economía colombiana recobre un sendero de crecimiento, bajar los niveles de informalidad no será fácil”.

Editorialito

Con distintos actos, los trabajadores huilenses celebran su histórico día. Para recordar a los ‘Mártires de Chicago’, ejecutados por reclamar una jornada laboral de ocho horas, se cumplirán marchas, como ocurre en el mundo entero. Un saludo fraternal para quienes laborando, construyen país.