“Tengo una empresa de aviación agrícola. Estaba trabajando y me accidenté. Me di muy duro contra el planeta Tierra; pero gracias a Dios estoy aquí, jugando golf. Durante 18 días estuve muriéndome en cuidados intensivos y después que me desperté la alegría fue muy grande. Aunque también hubo mucha tristeza porque perdí mi brazo izquierdo”, recordó el piloto.
“Dios me dio otra oportunidad y esa es una nueva vida. Yo jugué golf con dos brazos durante 17 años. Cuando me desperté del accidente yo vivía en el Club Serrezuela de Bogotá y le pedí mucho a Dios que me dejara jugar golf de nuevo”, aseguró Torres.
“En alguna oportunidad mi hijo menor me dijo ‘papito vamos a practicar un rato’. Ese día me sentí extraño. Luego tomé unas clases con un profesor y volví a jugar. Él me autorizó a volver a los campos de golf. Al principio le pegaba corto, no eran muy buenos mis tiros, pero empecé a practicar y entendí que las limitaciones solo están en la cabeza. Uno es el que se limita con las cosas. Uno va hasta donde quiera ir”, expresó el destacado golfista.
“Con un solo brazo llevo jugando 13 años. Durante este tiempo he hecho cosas muy lindas en la asociación Sénior. Soy campeón suramericano en dos oportunidades, campeón nacional y campeón bolivariano. Me da mucho orgullo decirlo porque soy un ejemplo de vida. He superado muchas cosas y le gano a la gente que tiene sus dos brazos. Estoy muy contento con lo que he hecho”, manifestó con orgullo.
“A los niños que me han visto, así como a los adultos, les doy mucha fortaleza. No hay que claudicar con cualquier cosa que le pase a uno en la vida. Cuando uno se cae y se levanta nuevamente, se fortalece. Todos los problemas que le pasan al ser humano lo hacen más fuerte. A mí me han fortalecido. Dios es muy grande y tenemos la vida que es lo más importante”, aseguró.
Reconocimiento oficial
Víctor Hugo Torres le dirigió una carta a la Federación Colombiana de Golf solicitándole su aval para participar en los torneos oficiales. Está en la categoría Sénior, de mayores de 65 años, y por su hándicap debía estar en las marcas blancas, pero por su condición de discapacidad le autorizaron las marcas rojas, en donde se ubican las mujeres. “Esto me genera una ventajita en algunos hoyos que me favorecen”, aseguró entre risas.