El proyecto de la reforma a la salud sigue generando controversia en el país. La nueva polémica es por cuenta de que la medicina ancestral sería integrada al sistema de salud. Los congresistas huilenses se mostraron unos a favor y otros en contra.
Rafael Rodríguez C.
Una nueva polémica se originó esta semana con el proyecto de la reforma a la salud, que ya fue radicado en la Cámara de Representantes y se encuentra en la Comisión Séptima para ser debatido.
La controversia surgió con el artículo con el que se busca integrar al sistema la medicina ancestral y que salió a la luz pública, luego de que la ministra de Salud, Carolina Corcho, respondiera un derecho de petición del senador liberal, Alejandro Carlos Chacón, de Norte de Santander.
En el derecho de petición, el congresista preguntó a la ministra, “Sírvase informar, respecto de los profesionales en salud, ¿se han diseñado los perfiles necesarios que la salud del futuro exige o tan solo se busca “estatizar” las plantas existentes cambiando su coste?”.
La titular de la cartera de Salud aseguró en su respuesta que el modelo preventivo no solo tendrá profesionales como médicos, enfermeros y psicólogos, sino que también podría incluir los personajes dedicados a los saberes ancestrales.
“El modelo preventivo podrá vincular parteros, médicos tradicionales (payés, taitas, mamos, tewalas, piachis, jaibanás, entre otros), yerbateros, pulseadores, guaraleros, taakwatungua, sobanderos, sagas, curanderos, mayores y abuelos”, dijo la ministra Corcho.
La funcionaria señaló en el documento de respuesta al derecho de petición que, las personas que se dedican a estas prácticas deben estas “reconocidos y avalados por las formas organizativas y colectivos del área de influencia donde se van a desarrollar las actividades, teniendo en cuenta las dinámicas diferenciales, étnicas, culturales e interculturales de los territorios”.
El pasado 17 de febrero, en el Chocó, durante el encuentro de la Comisión Séptima del Senado de la República, la ministra Corcho, ya se había referido a los médicos no tradicionales como propuesta del presidente Gustavo Petro para tenerlos en cuenta en la reforma a la salud. “Sus saberes ancestrales son importantes para los territorios”.
“Queremos una salud integral con enfoque diferencial, que se tenga en cuenta a nuestros médicos tradicionales, parteras, yerbateros, que son los que salvan vidas cuando no van los servicios de salud al territorio”, manifestó Dora Sepúlveda, de la asociación Asorewa, en el Chocó.
Voces en contra y a favor
El artículo de integrar al sistema de salud la medicina ancestral no solo tuvo voces a favor por parte de los partidos afines al Gobierno Nacional, sino también en contra por parte de los partidos de oposición.
La profesora universitaria, Leyla Rincón, del partido Polo Democrático y representante a la Cámara por el Huila, señaló que la reforma a la salud debe integrar el saber popular, el saber ancestral como parte del sistema. “¿Cuántos niños están naciendo en este momento en manos de parteras?, ¿Quién no ha utilizado las hojas de guayaba para el dolor de estómago? ¿Quién no se ha realizado baños con hojas de mango para los golpes? La etnobotánica ha de ser reconocida”.
Mientras que el también representante a la Cámara por el Huila, Julio César Triana, de Cambio Radical, manifestó que la reforma debe promocionar especialistas, entre otros profesionales de la medicina. “Incluir yerbateros y curanderos no es la solución, lo que el país requiere es la promoción de nuevos especialistas, del médico de familia, de priorizar y darle todos los recursos para materializar la atención”.
Recordó que desde el principio su colectividad ha dicho que no acompaña la reforma a la salud porque en nada ataca los problemas neurálgicos del sector en el país.
El representante Víctor Andrés Tovar, se mostró también en desacuerdo con incluir en la reforma a la salud, la medicina ancestral, sin desconocer la importancia que ha tenido en los colombianos y en la misma medicina. “No podemos desconocer que ciertas prácticas campesinas, indígenas y de pueblos afrocolombianos han existido por siglos en Colombia y el mundo. La misma medicina científica se ha nutrido de estas. Y miles de colombianos se han beneficiado de ellas, pero una cosa es que alguien tenga que acudir a un yerbatero o a una partera porque en su región no hay más opciones, y otra muy distinta que el Estado convierta estas prácticas en parte del sistema de salud pública. ¿Dónde quedan la ciencia, la responsabilidad médica y la tecnología que hoy constituyen el avance de la humanidad?”.
Sostuvo que lo que se debe hacer es proteger la medicina alternativa y capacitar a quienes la practican. “Las prácticas tradicionales deben ser protegidas y permanecer donde no haya alternativas, y se les debe brindar capacitación y apoyo, pero no se pueden convertir en política de Estado ni remplazar la alta formación de nuestros médicos, enfermeras y demás profesionales de la salud”.