Los partidos y movimientos son agrupaciones humanas de carácter estable, unidas por unas ideas y programas que pretenden implantar desde el gobierno del Estado, buscando las leyes y mecanismos que regulen los fenómenos económicos, sociales y políticos más apropiados. También son organizaciones estructurales colectivas de base masiva electoral, que canalizan la opinión pública y se cohesionan en torno a una doctrina política y tienen como objetivo la toma del poder público para poderla aplicar entre los gobernados.
Un partido político es una agrupación permanente y organizada de ciudadanos, que mediante l conquista de las en las elecciones llega a la dirección del Estado, para aplicar los programas políticos y sociales que difundio en su campaña. Los políticos son quienes se dedican a desarrollar y a poner en práctica los principios y los programas de los partidos, con inteligencia, preparación, dedicación, desprendimiento, altruísmo y abnegación. Cuando esta actividad degenera, se cae en la politiquería, que es uno de los peores vicios de la democracia.
En un sentido absoluto se ha definido la política como el arte de gobernar el Estado con el fin de alcanzar lo que se considera como el máximo logro de la sociedad. La política consiste en el gobierno y manejo del estado, cuya finalidad primordial es promover una vida buena para los asociados, explicó Gilberto Alzate Avendaño. Como lo advertía Lus Latzarus, “ la política ya no es cuestión de principios; es cuestión de tacto. La política es el arte de hacer creer al pueblo que él es el que gobierna.”Los medios para alcanzar el poder no importan. El fin justifica los medios, como la utilización de la fuerza, la astucia. La mentira y aún el delito, ya que las consideraciones morales son exteriores al arte de política, según los seguidores de Maquiavelo. Como lo relata Eduardo Díaz Uribe en su libro EL CLIENTELISMO EN COLOMBIA, el cambio de votos por puestos oficiales, servicios públicos, becas mercados, viviendas y hasta boletas para rifas de electrodomésticos es el mecanismo predilecto de todas las vertientes tradicionales en su pugna por mantener el control de las palancas del poder”. Corresponde a los dirigentes adaptar las medidas políticas a los nuevos hechos que inciden en la sociedad de manera tan profunda y definitiva. Ahí es donde vuelve a tener un puesto de vanguardia la política en el mejor nombre sentido del vocablo, y no la corrupta y dañina politiquería. Eso esperamos los huilenses.