La Nación
Preocupante panorama del arroz 1 4 mayo, 2024
ECONOMÍA

Preocupante panorama del arroz

Preocupante panorama del arroz 7 4 mayo, 2024
La disminución de áreas cultivadas podría ser una de las causas del alto costo del arroz.
La disminución de hectáreas no cultivadas, sumadas al cambio climático y la lejanía del tiempo de  las cosechas serían algunas de las principales causas del incremento registrado en los últimos meses en los precios del arroz.

Al menos esas son algunas de las conclusiones a las que han llegado expertos en el tema y los mismos cultivadores.

La Federación Nacional de Arroceros, incluso ha anunciado que una de las medidas que se están tomando para frenar la especulación es la importación.

La situación es tan preocupante que el Huila tampoco escapa de ella. Los altos precios del cereal han creado malestar en los  ciudadanos.

Y no es para menos, si anteriormente una libra de arroz se compraba a $900 o $1.000,  ahora se consigue entre $1.600 y $1.900.

La situación

Ante este panorama, inclusive hay quienes aseguran que en todo esto también tiene que ver la reducción en 50.000 mil hectáreas las áreas sembradas durante el 2014, lo que implicó una producción inferior de arroz.

Sin embargo, no han faltado las afirmaciones según las cuales, el producto estaría reposado en las bodegas de grandes empresas, con el fin de incrementar su costo.

Pero también se ha dicho en algunos sectores que la crisis que viene viviendo el mercado del arroz se debe a las repercusiones del cambio climático y por último, se cree que habría habido falta de planificación en el proceso de importación.    

LA NACIÓN dialogó con Rubén Darío García, reconocido arrocero del municipio de Campoalegre, quien tiene su propia percepción. 

Y es que tras 25 años dedicados al cultivo del arroz, García sostiene que la crisis no es solo regional, sino a nivel nacional.

Afirma que en el caso de los departamentos de Huila y Tolima, que son grandes productores del cereal, los motivos del alto costo en el producto obedecen a que las zonas están en proceso de siembra y por lo tanto, sus cosechas apenas se estarían dando en los meses de  junio o julio.  

En el país

A esto se suma, que  a nivel nacional hubo una disminución de 50 a 70 mil hectáreas no cultivadas por los problemas de tipo fitosanitario registrados el año anterior. 
García indica que por estas pérdidas económicas, muchos agricultores decidieron no seguir cultivando.  

Y por último,  considera que gran parte de los agricultores han abandonado esta actividad por los abruptos cambios climáticos. Para Rubén Darío cuando se aumenta la temperatura, el rendimiento del campo no es el mismo.    

“La cosecha se recolecta en el mes de junio o julio y en estas fechas también recoge el Llano, pero las recolectas más fuertes están en el Huila, Tolima y el Llano” señala el líder campesino.  

Y agrega que eso significa que“ los contingentes que importaron no abastecieron a Colombia, se hablaba de la entrada de un contingente que cubra  esa necesidad del arroz  para la población”. 

Sin embargo,  el presidente de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano  afirma que el país está suficientemente abastecido por el inventario industrial, con los subastos de  Estados Unidos a raíz del TLC y con las importaciones del Ecuador, “se prevé que a partir de julio tendremos arroz”.       

En ese sentido, comparte que las causas de la crisis vienen desde el año pasado. “No se sembró todo, por las consecuencias del cambio climático en el 2013. Ahora las siembras se van a dar a partir de abril” agrega el representante del gremio.

¿Quiénes son los afectados?

Para García, los cerca de 4.625 productores de este cereal en el Huila, se están viendo perjudicados igualmente el alza de los precios de los insumos, especialmente en los fertilizantes que según sus declaraciones, han aumentado en un 30%.

A esto se suma el incremento en los alquileres de los lotes y del jornal, muchos de ellos aprovechando la coyuntura.

“El 50% de los productores son arrendatarios, es decir el arriendo por hectárea está subiendo en un promedio de 300 a 400 mil pesos y a veces el trabajador como se da cuenta de esta bonanza, también quiere subir el jornal”, señaló.

Semejante panorama por supuesto, afecta aún más a los productores en la medida en que están en un proceso de aumento en los costos de producción.

Pero según Rubén Darío va a ser todavía más preocupante la situación cuando se estabilice el precio del arroz en Colombia.

Explica que eso se debería a  que la tonelada de arroz blanco bajará en las industrias, pero para los agricultores habrá perdidas porque “es difícil que bajen los fertilizantes y los arrendamientos”.

De esta manera, esto conllevaría a que haya una crisis a futuro por los costos de producción. “Podríamos volver a tener pérdidas en la cosecha porque los precios van a bajar, sería una afectación a corto plazo para el productor”, afirma García.    

Por eso cree que el industrial nunca va a perder porque en los casos en que se incremente el precio en la producción este será aumentado en el consumidor.

“Al industrial no le interesa comprar al precio que sea porque ellos mismos compiten para capturar este mercado de arroz y se lo aumentan en el consumidor”, subraya.

Pero afortunadamente en lo que si se van a ver beneficiados los cultivadores del Huila y el Tolima es en la cosecha porque tienen el agua de riego por gravedad, es decir que su producción tiene gran éxito porque se suministra de las fuentes hídricas para llevar a cabo el proceso del cultivo del cereal. 

“Esas aguas constantes son las que están sembrando continuamente el arroz” agrega García.

En cambio los agricultores del Llano no cuentan con este sistema de riego. Ellos deben aprovechar las fechas de invierno para poder realizar sus trabajos de siembra.

“El Huila y el Tolima gozamos de las quebradas y los ríos para mojar y en cambio el Llano está a la deriva del clima, es una aventura porque es lo que mi diosito le baje del cielo”, dice el agricultor.  

El Gobierno  

Hasta el momento la única solución que ha ofrecido el Gobierno, según los arroceros es aplacar el fenómeno con el suplemento de contingente de arroz. 

Al igual la puesta en marcha del programa Amtec, Adopción Masiva de Tecnología  que ofrece la Federación Nacional de Arroceros.

Es un kit de maquinarias para hacer nivelación a láser a los lotes para el cultivo del arroz. Esto, con el propósito de buscar nuevas alternativas de producción y mejoramiento de las prácticas actuales con el fin de obtener mayores beneficios a menores costos.

“Es cierto que hay que tecnificarnos, pero para cubrir el área de todo el país se necesita mucha más  inversión, o sea que  el programa que tiene Amtec de Fedearroz es para el mejoramiento de las practicas actuales”, indica Rubén Darío.   

Ante esta circunstancia, Rafael Hernández, de Fedearroz, manifiesta que el problema se suplió con las importaciones y que a partir de los meses de marzo, abril y mayo comienza la cosecha grande. 

Pero al menos por ahora, los cultivadores sienten que aún no se les ha solucionado la regulación de los precios de los fertilizantes que habían acordado entre el Estado y los productores a raíz de las manifestaciones nacionales. 

Entre tanto los colombianos han decido comenzar a reemplazar el cereal por otros productos, menos costosos.

Por lo pronto, el panorama pinta desmejorado, tanto para los productores como  los consumidores. Los primeros porque se reducen sus ventas y los segundos porque obtienen más caro el arroz lo que les quita la posibilidad de adquirir otros alimentos.