No hay duda que uno de los principales desafíos que enfrenta la sociedad colombiana, es la de mejorar su sistema educativo, comenzando por lo más elemental que es cambiar la racionalidad economicista, que ha llevado al deterioro gradual de las instituciones educativas tanto desde el punto de vista de infraestructura y tecnología como la posibilidad de ofrecer una educación de alta calidad. No hay duda que uno de los principales desafíos que enfrenta la sociedad colombiana, es la de mejorar su sistema educativo, comenzando por lo más elemental que es cambiar la racionalidad economicista, que ha llevado al deterioro gradual de las instituciones educativas tanto desde el punto de vista de infraestructura y tecnología como la posibilidad de ofrecer una educación de alta calidad. Esta situación se hace más crítica por los problemas que están afectando la estructura familiar. Pocos comprenden lo que significa para los docentes de hoy, el direccionamiento de grupos de estudiantes que llegan a las instituciones educativas con múltiples dificultades relacionados con la violencia intrafamiliar, desempleo, inseguridad, drogadicción y desnutrición entre otros. Es fundamental que la sociedad civil como lo ha hecho el Brasil, conforme una organización veedora de las políticas educativas, para insistir en que la educación sea realmente el motor de las grandes transformaciones que requiere el país y en ella deben participar actores claves como los empresarios, maestros, medios de comunicación y expertos. Por su parte, el Estado representado por las autoridades municipales, departamentales y nacionales, deben concentrar sus esfuerzos en la definición de políticas claras y coherentes y apropie los recursos, conscientes de que la educación tiene impacto en todas las dimensiones del ser humano y que el futuro del país depende de la inversión que desde ahora se haga en la formación de mejores ciudadanos. El escritor tolimense William Ospina tiene razón cuando afirma como en el segmento de jóvenes entre 15 y 25 años recaen la mayoría de problemas enunciados y precisa “Tantos males acumulados son en realidad un mismo mal: el de un país que no tiene la menor consideración por sus jóvenes, ni por su convulsionado presente ni por su desesperanzado futuro”. Así las cosas, es una población vulnerable para que grupos armados y delincuenciales les ofrezcan alternativas que la sociedad y el Estado no han sido capaces de atender de manera inteligente. Invertir en educación es invertir en seguridad, empleo, calidad de vida, productividad y competitividad, es asegurar el presente y futuro de las nuevas generaciones. Aprovecho la oportunidad para reconocer el liderazgo de la Cámara de Comercio de Neiva, al crear el Programa “Región Empresaria-Huila Emprende” con el apoyo de la Cámara de Comercio de Bogotá, es un ejemplo de como se puede ayudar a crear un Ecosistema del Emprendimiento y la Innovación y de gestión fundamentada en la articulación y transferencia de conocimientos y experiencias. Es un buen regalo para Neiva en sus 400 años.