Germán Palomo García
El Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario acaban de entregar su informe anual de competitividad departamental en el que se ratifica a Bogotá (considerado como departamento por ser Distrito Capital) como la más competitiva. Muy pocos fueron los departamentos que mejoraron su posición. La misma Bogotá bajó ligeramente su puntaje y los cambios presentados hacia arriba y hacia abajo fueron igualmente pequeños. Sin embargo, Atlántico, tercero en 2021, aunque bajó con relación al 2021 0.1 punto porcentual, superó al Valle del Cauca que ocupó el sexto lugar. Santander que fue el sexto en 2021 subió al tercer lugar en 2022. Pero, en general los primeros departamentos siguen siendo los mismos que han liderado este indicador con la destacada posición de Risaralda, un departamento pequeño pero que, sin regalías directas antes de 2011, ha mantenido sus niveles de competitividad de manera excelente. Nuestro departamento, El Huila, aunque bajó en puntaje (pasó de 5,17 en 2021 a 5,15 en 2022) ganó un puesto: Pasó del 14 al 13 manteniéndose en “mitad de tabla” y acusando las mismas limitaciones en los pilares de innovación y sofisticación a pesar de los esfuerzos que se están haciendo con programas como apoyo a emprendedores por la Cámara de Comercio del Huila y el gobierno departamental para participar en las iniciativas de Impulsa y otras entidades del ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
A nivel general, el informe muestra una disminución en pilares fundamentales para la productividad. El bajón más preocupante se vio en el pilar “Instituciones” donde 70% de los entes evaluados muestran un menor puntaje frente al 2021. En salud, 64% de los departamentos bajaron sus cifras; en sofisticación y diversificación, el 55% y en educación básica y media el 52%. Es claro, lo reconoce así el Consejo Privado de Competitividad, que este resultado está influenciado por los dos años de pandemia y que aún falta por recuperar las cifras del 2019 en sectores estratégicos (en el caso del Huila en Comercio, Turismo y Servicios) pero preocupa que las instituciones no hayan promovido más la reactivación. Una inquietud constante en el Huila es el poco resultado de la Zona Franca Surcolombiana, una de las 120 que existen en el país y que pueden hacer un gran trabajo en la diversificación de nuestra economía. Hoy, esta figura está actualizando su normatividad para facilitar su papel como reactivadora de las exportaciones lo cual debe aprovechar para ganar en productividad y apoyar la competitividad regional. ¡Es un imperativo!