La Nación
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Qué se puede hacer con lo que se sabe…

Hace pocos días Andrés Oppenheimer, destacado periodista y columnista de The Miami Herald y el Nuevo Herald, se refirió a lo que en la opinión de expertos mundiales son las ideas cuya aplicación en el presente año 2015, conllevaría a que América Latina experimentara el mejoramiento de sus sistemas de innovación, ciencia, tecnología y educación. Las ideas propuestas son las siguientes: (1) Ofrecer premios a aquellos innovadores que inventen productos con gran potencial comercial. (2) Reformar la legislación obsoleta que estigmatiza a quienes han fracasado en la iniciativa empresarial, de modo tal que quienes vayan a la quiebra puedan volver a recuperarse pronto, como actualmente sucede en Chile luego de la reforma introducida en la legislación de quiebras. Según un estudio del Banco mundial y de la Confederación Financiera Internacional, en los países más innovadores: Estados Unidos, Japón o Corea del Sur, una empresa en bancarrota tarda en promedio entre 6 meses y 1 año y medio para resolver sus problemas legales, mientras que en la mayoría de los países latinoamericanos dicho proceso tarda entre 3 y 5.3 años. (3) En los países de la región bien se podría empezar a enseñar la innovación a los niños en las escuelas, familiarizándolos con la lectura de códigos de programación y estimulando el pensamiento crítico, así como se les enseña, por ejemplo, el alfabeto. Lo importante no es lo que los niños ‘saben’, lo realmente importante es lo que puedan hacer con lo que ‘saben’. Las escuelas -según el profesor Tony Wagner- deberían dejar de premiar a los estudiantes con buenas calificaciones por lo que ‘saben’, para premiarlos por su capacidad de analizar y resolver problemas. (4) Conviene que los países latinoamericanos consideren la evaluación de sus universidades, clasificándolas según su capacidad para preparar a sus alumnos de cara al mercado laboral. En los Estados Unidos el Gobierno Federal estudia la posibilidad de asignar mayores recursos públicos a las universidades que respondan de mejor manera a la demanda laboral de obra de mano calificada y de asignar menores recursos a aquellas universidades que no logren dar dicha respuesta. Para los expertos la creación de un ecosistema promotor de la innovación como el existente en el Silicon Valley en los Estados Unidos, es una ardua y compleja tarea cuya exitosa realización presupone la combinación de tres factores: un Estado que deje hacer, un sector privado dinámico y una cultura en la que el emprendedor sea debidamente valorado, incluso admirado. (5) Es también importante que los países latinoamericanos estén dispuestos a aprender de las experiencias exitosas en otros lugares del planeta.