La Nación
“Reconozco que soy mal político” 1 3 mayo, 2024
ENTREVISTA

“Reconozco que soy mal político”

“Reconozco que soy mal político” 7 3 mayo, 2024
El mote de ‘sencillito’ se lo puso un amigo de golf, a quien fastidiaba en momentos de superioridad.
Jorge Fernando Perdomo Polanía recibe este viernes un homenaje de las autoridades y pueblo de Pitalito, en atención a que es tal vez el hijo del Valle de Laboyos que ha alcanzado mayor preponderancia, remarcada con la designación de presidente número 14 de la División Mayor del Fútbol Colombiano, que alberga 36 socios en todo el país.
 
Extrañó la exaltación, no porque no la mereciera, sino porque pocos sabían que había nacido en Pitalito. Se pensaba que era palermuno. ¿Cómo es eso?

Nací en Pitalito, el 28 de marzo de 1957, por razón de la ocupación de mis padres, quienes se habían trasladado recién casados. Allí vivimos unos pocos años. Después nos vinimos para Neiva, donde transcurrió gran parte de mi niñez y juventud. En Palermo estuvimos aproximadamente cinco años, donde ellos tuvieron asiento por sus negocios y la política. Debuté en esa actividad siendo primero concejal y luego diputado a la Asamblea. Igualmente es una región por la cual tengo profundo cariño y agradecimiento.
 
Su señora madre, Irma Polanía, había nacido en Íquira. Falleció a los 90 años. ¿Qué recuerda de ella?

Una mujer admirable. Sin ofender la memoria de mi padre, creo que fue quien llevó las riendas del hogar, y siempre se obsesionó por la educación de los hijos, haciéndolos todos profesionales. Siempre fue muy severa con la conducta y formación de nosotros.
 
¿Cuál consejo le dio que nunca olvida?

La educación es el mejor legado que le puede dejar un padre a un hijo. El dinero va y viene. La educación hace personas de bien.
 
Su padre, Jorge Tulio Perdomo Farfán, fue dirigente y líder político de Palermo. ¿Cómo era él?

Era un hombre muy apuesto, buen conversador, más relajado, afectuoso, buen amigo. Era el amigo ante las dificultades; a quien recurríamos frente a la severidad de mi madre. Era un buen consejero ante las situaciones de vida. Su amor filial me dejó muy buenos recuerdos.
 
¿Era un político de la época o se anticipó en el tiempo?

A mi padre siempre le gustó la política. Fue presidente del Directorio Conservador y concejal. Él nos transmitió ese gusto por la política, aunque de sus hijos fui el único que le siguió esos pasos.
 
Estudió bachillerato en el colegio Ciudad de Neiva…Con Gilberto Vargas Motta. ¿Cómo era de estudiante?

Reconozco que en el bachillerato siempre fui medio vago, les di muchos dolores de cabeza a mis padres. Era la oveja descarriada de la familia. Siempre buscando la rumba, enamoradizo, con mucho gusto por el deporte. Después, cuando pasé a la universidad me ajuicié y fui muy buen estudiante. Diría que excelente.
 
¿Practicó algún deporte?

Siempre practiqué deporte. Estuve en tenis de campo, esquí, baloncesto, aunque la actividad principal siempre fue el fútbol, hasta que una lesión muy severa me alejó de la práctica competitiva. Hoy estoy dedicado únicamente al golf, y aunque reconozco que lo hago bien, extraño las épocas en que le podía dedicar mayor tiempo, lo cual me permitió llegar a un nivel de excelencia que seguramente será imposible retomar por la falta de tiempo.
 
¿En esa época tuvo algún liderazgo estudiantil?

En realidad, no era mi preocupación; vivía ocupado en asuntos más lúdicos e intrascendentes.
 
¿Cuándo decide ser abogado y qué lo indujo?

Siempre tuve facilidad en la oratoria. Detestaba las ciencias matemáticas. Cálculo, física y química…horrible. Lo mío siempre fue la historia, la literatura, las ciencias sociales. Cuando terminé bachillerato, me presenté a tres universidades aplicando al derecho. En atención a que fui aceptado en todas, me incliné por el Externado de Colombia.
 
¿Quién lo metió en la política?

La verdad es que haber sido concejal en dos periodos y diputado en otros dos, después alejarme de la actividad y regresar para aspirar a la gobernación del Huila no me gradúan de político. Sería demasiado presuntuoso presentarme como tal. Siempre me desempeñé en el sector privado, como dirigente gremial, ejerciendo mi profesión. Mi cercanía con la política se dio por cuenta de mi primo (exgobernador) Jaime Lozada quien me impulsó a estar en los procesos que me permitieron alcanzar esos cargos de representación.
 
Después de gerenciar con éxito distintas campañas, de varios colores, se resolvió a aspirar en carne propia. ¿Por qué lo hizo?

Por pensar de pronto ilusamente que podría servirle a mi departamento con unos criterios distintos. Pero me di cuenta tarde de que el adagio popular  ‘zapatero a tus zapatos’, es real.
 
Ha tenido éxito sobresaliente en la profesión y como dirigente deportivo. Pero dicen que es mal político por equivocaciones cometidas. ¿Qué tiene para decir?

Que tienen toda la razón quienes así opinan. Soy mal político. Siempre digo lo que pienso, no lo que otros quieren oír. Eso significa que piso callos. No soy calculador, y lo único que motiva mis decisiones es lo que pienso es lo correcto.
 
Se dice que es vanidoso, engreído, de estrato más que seis. ¿Es cierto? ¿O es mala fama que le han hecho?

No sé si sea cierto…Lo que sí es cierto es que soy de carácter y a mucha gente no le gusta eso.
 
¿Quién le puso ‘sencillito’ y por qué?

Un amigo de golf, que ahora reside en Miami. Él jugaba muy bien, pero yo no me quedaba atrás. Siempre nos retábamos para hacer escores bajos, tiros especiales…y creo que se sentía mal cuando lo superaba. Pero además porque lo fastidiaba con esos momentos de superioridad.
 
¿El siguiente paso es la presidencia de la Federación Colombiana de Fútbol?

No. No me interesa por lo pronto. Allí está un gran amigo, Ramón Jesurum, quien está haciendo las cosas muy bien, y a quien le reconozco autoridad como el número uno del fútbol colombiano. Mientras él esté frente a ese cargo seré su mayor escudero y compañero de acciones. Además, quiero estar un tiempo en la Dimayor, que me permita ejecutar los actos de transformación que creo se deben dar al interior del fútbol.
 
Por ejemplo…

Una de las primeras decisiones fue acabar con la asimetría que existía en el torneo de la B; implementar la liga profesional femenina a partir del año 2017. Junto con la Federación generar recursos para que los clubes construyan infraestructura, que les va a permitir formar el talento humano en mejores condiciones y generar arraigo con las regiones. Hay muchas cosas por hacer. En eso estoy.
 
A esta altura del ‘partido’, ¿de qué se arrepiente?

La verdad, he hecho lo que me he propuesto en la vida. Me he equivocado en muchas cosas, pero he aprendido de los errores. Por ejemplo, no volveré a estar en el escenario político, pues reconozco que soy mal político y no es mi espacio natural, pero no me arrepiento de lo actuado. Ese ejercicio me dejó muchas enseñanzas y muchos amigos.
 
¿Dónde se ve en un futuro? ¿En Bogotá, Neiva o el exterior?

Soy un hombre afectuoso y amigable. Creo que después de cumplido mi ciclo regresaré a Neiva, a la capital del Huila. A disfrutar de mi golf, de mis amigos, de mi nieta. A lo que llamo mi entorno natural.