La Nación
Sí a la consulta 1 4 mayo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Sí a la consulta

Jorge Guebely

A pesar de los argumentos en su contra, votaré la consulta anticorrupción. No son convincentes las tesis que la vetan. Como cualquier colombiano, liberal o conservador, de izquierda o derecha, político o apolítico, simplemente me hastía tanta complacencia con los corruptos.

Lo haré a pesar de las leyes que la prohíben: la 1474 de 2011 o Estatuto Anticorrupción y la 1712 de 2014 sobre Transparencia y derecho a la información pública. No son las layes las corruptas sino los seres humanos. No se trata de redactar nuevos decretos sino de construir nueva conciencia humana. La porquería de la tierra se ha concentrado en la mente del viejo chimpancé civilizado.

Votaré siete veces “sí” aun cuando sea necesario reformar la Constitución, especialmente sobre salarios y periodos en corporaciones de elección popular. ¿Acaso Colombia no es uno de los países que más reforma su Constitución? Ni siquiera la de 1886 fue tan alterada, en su centenaria vigencia, como la de 1991. Más de 46 reformas en escasos 27 años de existencia. Uribe la reformó, con trampa, para reelegirse. Y Santos usó esa reforma tramposa para el mismo fin. ¿Cómo es posible reformar la Constitución para el abuso personal y no para protegerse de la iniquidad que es corrupción?

La votaré porque el Congreso nunca cumplirá su deber de componer la moralidad pública. Los felinos jamás desistirán de las carnes porque las llevan en el instinto. Cualquier congreso capitalista, de mercado libre, se alimenta de fraudes; representa el modelo económico donde la estafa es la moral de cada día. Libre mercado que entroniza el dinero, que es inhumano y devora con las leyes del más ladino.

Mercado libre que multiplica los corruptos. Hay corruptos sorprendidos por la ley, los de Odebrecht que mercadean concesiones del Estado.  Y los que se camuflan detrás de la ley, y siguen usufructuando la corrupción, y posan de limpios líderes morales ante la Nación. Y los hay a todos los niveles sociales, desde el alto magistrado que vende fallos por cuantiosas sumas hasta fiscales de provincia que lo hacen por cómodas cifras. Flagelo transnacional porque el capitalismo es global.

Sin importarme los argumentos en su contra, votaré por la consulta anticorrupción. Prefiero el debate público que educa mejor a los ciudadanos. La verdad de la verdadera política siempre surgirá en la confrontación de las ideas. Lo haré, además, para evitar el ridículo internacional de pertenecer a un país que vota contra de la paz y cohonesta con la corrupción.

jguebelyo@gmail.com