La Nación
EDITORIAL

Signos de alerta

Coincidiendo con todos pronósticos, la economía colombiana creció 4,6% en 2014, según lo reportó el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane). Aunque registró  una ligera desaceleración con respecto al resultado del año anterior (4,9%), la noticia confirma el positivo dinamismo de la economía y el alto posicionamiento que viene experimentando. 

La tasa de crecimiento es altamente positiva, en medio de la crisis global y la vertiginosa caída de los precios del crudo.

Según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, es la más alta de América Latina  y la séptima más alta del mundo.  

La construcción registró el principal repunte con 9,9%. Neiva es uno de los mejores ejemplos de esa expansión con todos los efectos en términos de generación de empleo e inversión pública y privada.

Los otros sectores que más aportaron al crecimiento fueron servicios sociales, comunales y personales, con 5,5% y actividades financieras e inmobiliarias, con 4,9%. También aportaron con 4,5% otros sectores como comercio, reparación, restaurantes y hoteles.

En saldo rojo quedó el sector energético minero. La producción crudo y gas cayó 1,4% y  minerales metálicos, con -8,4%. La caída, es apenas el reflejo del entorno internacional.

Los resultados confirman los pronósticos: el consumo privado siguió impulsando la economía, el empleo asalariado registró un menor desempeño, lo mismo que la cartera de consumo y la reactivación de la demanda.

En el cuarto trimestre de 2014 la economía colombiana creció 3,5% con relación al mismo período del año anterior, el de más baja variación desde el primer trimestre de 2013.

Este indicador refleja el comienzo de una leve  desaceleración de la economía, que se sentirá con mayor impacto este y el próximo año.

De hecho, el Banco de la República estimó para este año un crecimiento del 3,6% como cifra más probable, incluye el desplome de los precios del petróleo.

Es claro que Colombia necesitará crecer a tasas más altas para enfrentar grandes retos derivados de los acuerdos de paz que pueden firmarse este año.  Dadas las condiciones de la economía mundial, la tasa de crecimiento es positiva y refleja estabilidad. Sin embargo, hay que mantener encendidas las alertas.

 
“La tasa de crecimiento es altamente positiva, en medio de la crisis global y la vertiginosa caída de los precios del crudo”.

Editorialito

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