Según datos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos en el 2010 el Huila registró una producción promedio de 46 mil barriles de petróleo al día, que con un precio del barril por encima de 80 dólares casi todo el año, le generó regalías al departamento y los municipios productores por cerca de 400 mil millones de pesos.
Este 2015, cuando el valor del barril de petróleo ha marcado una tendencia descendente hasta llegar a los 36 dólares, el departamento del Huila terminará con una producción de 28 mil barriles promedio día, lo que significa una caída en la producción cercana al 40% en menos de 5 años.
Tal y como se ve el panorama, no sería apocalíptico decir que de mantenerse el precio por debajo de 50 dólares, varios de los campos productores dejarán de ser económicamente viables y podríamos estar cerrando el 2016 con una producción inferior a 20 mil barriles día, lo que marcaría definitivamente el epílogo de nuestra historia petrolera. Pero qué fue lo que pasó en estos últimos 5 años en el Huila?, varias pueden ser las conjeturas.
Una tiene que ver con la secuencia normal del agotamiento de un recurso como el petróleo, la presión disminuye, los pozos se van secando y cada vez es más difícil y costoso extraer un barril adicional.
Otra, pero asociada a la primera, es que la poca exploración realizada en los últimos años no ha arrojado buenos resultados y los campos descubiertos recientemente en nuestra tierra resultan marginales a la hora de reemplazar el ritmo de producción al que se agotan las reservas existentes.
Y la tercera tiene que ver con la terminación entre 2011 y 2012 de los contratos de asociación con empresas como Hocol y Petrobras que venían operando campos tan emblemáticos como Caguán, Hobo, Yaguará, San Francisco, Santa Clara, Palermo entre otros, que pasaron a ser operados por Ecopetrol y después de lo cual se acentuó la tendencia decreciente en la producción.
Unos podrán decir que es técnicamente normal que la producción se haya caído después de un período de sobre-explotación al que son sometidos los pozos cuando se va agotando el plazo de los contratos. Otros sin embargo pensamos que esta caída tan acentuada es característica de la operación por parte de empresas ineficientes, pesadas y costosas como la estatal petrolera, con un carga sindical exagerada y un ambiente de negocios raros por donde quiera que se le mire.
Solo esperamos que la nueva administración de Ecopetrol le apueste a revertir esta tendencia a la ineficiencia en el Huila, por el bien del empleo y la inversión regional. ¡Feliz año nuevo!.
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