La Nación
COLUMNISTAS

Trabajador informal

 
Cada que llega la Navidad, con ella aparece la oportunidad para muchas personas de encontrar un empleo, aunque sea de carácter temporal.
 
La demanda de regalos es el caldo de cultivo para el incremento de las ventas minoristas, callejeras, ambulantes, e infortunadamente, la invasión del espacio público.
 
Y digo que ‘infortunadamente’ porque se trata de una gran parte de nuestra población que se ve casi que empujada a esa condición de subempleo para subsistir, y poder alimentar a sus familias.
 
El trabajador informal no es propio de Colombia, es producto de sociedades y países estructuralmente subdesarrollados.
 
Esa condición es la que lanza a grandes segmentos de la ciudadanía en aptitud de laborar, que en veces es la menos calificada, a realizar una serie de pequeñas actividades económicas en el área de los servicios, la artesanía, la construcción, el comercio ambulante, y otras zonas de la actividad productiva.   
 
Ese escenario ha venido generando cada día más una confrontación de intereses entre los trabajadores regulares y los informales, quienes se sienten perjudicados y sin esperanza, en razón a las dificultades para conseguir un empleo digno, que les genere progreso y mejorar la calidad de vida.  
 
Es por lo anterior que urge una alianza público privada para empezar a acabar ese desajuste en la que se hallan miles de huilenses económicamente activos que se dedica a tareas marginales. Me preocupa que ocho de cada diez nuevos empleos son generados por el sector informal. 
 
El Huila ocupa uno de los primeros lugares con mayor grado de informalidad, con una población aproximada de 410 mil habitantes, sobre el total de ciudadanos ocupados del departamento.
 
Sólo en Neiva, según cifras del Observatorio Económico, el 68 por ciento de la población informal lleva más de 5 años en la actividad, lo que indica una clara estacionalidad en el mediano y largo plazo.
 
El desarrollo económico de nuestro departamento se logrará en la medida en que se fortalezca el tejido empresarial, con la implementación de prácticas innovadoras que aumenten la productividad y por ende la generación de mano de obra. Sin embargo, de las empresas instaladas, solo  el uno por ciento corresponde a medianas y grandes, que cuentan con más de 50 empleados.
 
Debemos batallar en busca de fortalecer el emprendimiento, en apoyar a los microempresarios, a los nuevos profesionales y a los jóvenes, en proceso de consolidación de nuevos mercados laborales.
 
Aprovecho para desearles a todos los huilenses una feliz Navidad, llena de paz y reconciliación. Que el Niño Dios les cumpla los mejores deseos.