La Nación
Una canadiense pacifista 1 26 abril, 2024
COLUMNISTAS

Una canadiense pacifista

Permítame, amigo lector, presentarle un escrito bajado de internet y, que, a mi juicio, lo ofrezco, sobre todo para aquellos (abundan cada día más), que expresan de labios para afuera una enorme sensibilidad social, mientras no le toquen lo suyo: ¡Qué olímpicos, generosos con los bienes del otro! Reparten a granel el botín de los otros, pero no mueven un dedo para desprenderse de algo; programan la vida a los otros, mientras ellos llevan una vida desordenada. Tan fácil es pronunciar discursos violentos, mientras a ellos no los toquen. Vamos al grano: Una canadiense pacifista escribió a las autoridades de su país quejándose del trato que se da a los terroristas detenidos en Afganistán. Le contesta el ministro de Defensa. “-Estimada ciudadana comprometida: gracias por su carta en la que expresa la preocupación por el trato que damos a los terroristas talibanes y de Al Qaeda en manos de las Fuerzas Armadas Canadienses-. En atención a las quejas que recibimos de ciudadanos comprometidos como usted, hemos creado un nuevo programa de pacifismo e integración para los terroristas. De acuerdo con ese programa, hemos decidido seleccionar un terrorista y colocarlo bajo la dependencia de la familia de usted. El próximo lunes tendrá usted en su casa a Alí Mohaned Amé Ben Mahmud (puede llamarlo simplemente Amé). Espero que puedan tratarlo amablemente tal como exigía usted en su carta de protesta. Lo más probable es que necesite usted contratar a algunos ayudantes para esa misión. Cada semana nuestro departamento le hará a usted una visita de inspección para comprobar que se tienen en cuenta los principios de buen trato que exigía usted en su carta. Debo advertirle que Amé es un sicópata extremadamente violento, pero confiamos en que, con la sensibilidad que usted manifestaba en su carta, logrará superar ese inconveniente. Insistimos en que su huésped resulta extremadamente eficiente en el combate cuerpo a cuerpo y que puede matar con un lápiz o un cortaúñas; además, Amé es un experto en fabricar artefactos explosivos con productos caseros; así que tenga bien guardados esos productos a menos que en su opinión esa decisión pueda ofender a Amé. El terrorista no querrá relacionarse con usted o con sus hijas (excepto sexualmente) puesto que él considera a las mujeres como meros objetos; ese es un aspecto muy sensible, puesto que se le han observado tendencias violentas respecto a las mujeres que no cumplen con el atuendo islamista. Así pues, confío en que a usted no le moleste llevar el burka; de ese modo contribuirá usted a respetar la cultura y las creencias que manifestaba en su carta. Gracias, otra vez, por su preocupación. Estamos reconociendo a las personas que como usted e informaremos a nuestros conciudadanos de su cooperación”. Buena suerte. Atentamente, Gordon O´Connor. Ministro de Defensa. Por favor, ¿a quién de sus allegados o conocidos le podría aplicar este mensaje? A muchos, se les llena la boca hablando de derechos y éstos son los primeros en pisotear sus deberes.