La Nación
COLUMNISTAS

Vientos tributarios huracanados

En diciembre de 2014 el Congreso de la República aprobó una reforma tributaria; todavía los empresarios no se reponen del chikunguya tributario  del impuesto a la riqueza, sobre-tasa al “Cree”, cuatro por mil y, otros síntomas severos de artritis paralizante en el bolsillo de los colombianos, cuando ya se anuncia la conformación de la comisión de sabios en materia impositiva, con miras a presentar al gobierno nacional una propuesta de reforma tributaria en septiembre de 2015; esta vez con la promesa de cambios estructurales, para  financiar la construcción de un país más equitativo, fuertes controles a la evasión calculada en $40 billones y férreo combate al flagelo de la corrupción.        

Soplan vientos tributarios huracanados, sobre el comportamiento fiscal de las entidades sin ánimo de lucro, consideran que existen casos notorios de evasión fiscal, además de gozar de beneficios fiscales, según la red de justicia tributaria asciende a $9.2 billones; los reportes de la Dian, mencionan que los ingresos del año 2014 alcanzaron $129 billones, con una tributación solo de $200.000 millones; pero debe reconocerse que existen varias corporaciones que cumplen funciones sociales por delegación del Estado, demostrando su valioso aporte a la lucha contra la pobreza.

Sobre las donaciones que reciben las entidades sin ánimo de lucro, bien vale la pena recordar la columna de opinión de Cecilia López M., de enero 19 de 2007, con ocasión al donativo realizado por Julio Mario Santo Domingo a la Universidad los Andes por $24 mil millones, aproximadamente US$ 10 millones, a todas luces un acto de filantropía que permitía que 300 estudiantes se beneficiaran; pero cuando por aquella época la opinión pública se enteró de la venta de Bavaría a la Sab Miller, se comentó que Don Mario dejó de pagar impuesto en cuantía de US$1.500 millones; es decir, con una donación que representa el 0.66% del total de la evasión, se quedó con US$1.490 millones.

No es apropiado utilizar la responsabilidad social empresarial para evadir  impuestos, se requiere que el Estado y los gobiernos de turno establezcan de verdad un modelo tributario, donde los empresarios paguen los impuestos destinados a financiar las obras públicas y la inversión social, cosa bien distinta es utilizar las fundaciones para hacerle esguinces a la tributación real. Le preguntaron al empresario mexicano, Carlos Slim, ¿Qué debe hacer usted por su país? La respuesta fue contundente: “Pagar impuestos, mi querido amigo”.