La histórica victoria de Colombia sobre Uruguay, en octavos de final de la Copa del Mundo Brasil-2014, aparte de ser el logro más grande de nuestro fútbol, coloca al equipo de José Pekerman en cuartos de final y frente a frente con el favorito de todos, la Selección de Brasil, que además es el obligado a la victoria.
El fútbol colombiano en su historia internacional ha participado en cinco mundiales y en ese trasegar vivió emotivamente durante 28 años orgulloso del 4 a 4 conseguido frente a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética y la concesión del único gol olímpico en mundiales a cargo de Marcos Col, en Chile 1962.
Volvió en 1990 a los mundiales y fue en Italia en donde se clasificó por primera vez a segunda ronda, una victoria frente a Emiratos Árabes Unidos y un empate con Alemania hizo que Colombia se enfrentara a la selección de Camerún, que eliminó al conjunto colombiano en octavos de final.
Gran historia
Lo que vino después en los mundiales no fue lo mejor, pero en ese camino quedó el 5-0 frente a los argentinos en eliminatoria, lo que aún retumba en las estadísticas y en la historia como todo un acontecimiento inolvidable para nosotros y vergonzoso para Argentina.
Hoy estamos frente a la opción de ser semifinalista del evento más importante del mundo futbolístico, después de una última, pobre y desteñida presencia en el Mundial de 1998 en Francia, por donde se pasó con más pena que gloria.
Un gran reto
Enfrentar a Brasil y ganarle es un gran reto, pero sobre eso está la posibilidad de pasar a la historia por eliminar al favorito, al anfitrión, al más veces campeón del mundo, al seleccionado futbolero con más seguidores en el universo y escribir, en el caso de los jugadores, la más fantástica y gloriosa página de sus vidas.
Hoy Colombia ya hace historia y con lujo de detalles es el equipo más destacado de la primera parte del Mundial, puntaje perfecto en primera ronda, el mejor jugador de la fase inicial, el goleador parcial del Mundial, el mejor jugador del certamen, todo esto atribuido a James Rodríguez, y como si fuera poco, el mejor portero del mundial, David Ospina.
Más de 50.000 colombianos han sido testigos de la gesta nacional, ellos han acompañado fervorosamente cada uno de los juegos de la invicta, goleadora y funcional Selección Colombia, que se alista para otra vez protagonizar el partido más importante de su historia frente a Brasil.
Orgullo total
No existe sobre la faz de la tierra un sólo colombiano que no se sienta orgulloso de su selección, no hay un solo motivo que empañe la felicidad de un país que no para de celebrar los goles de James, las gambetas de Cuadrado, las tapadas de Ospina y los aciertos de Pekerman.
No hay un solo colombiano que no sueñe con la final, que no imagine hoy a su selección ganándole a Brasil y protagonizando la hazaña de estar ente los cuatro mejores equipos del mundo, con la opción de seguir avanzando, hacer la historia más gloriosa de nuestro deporte.
La realidad hoy nos ubica entre los ocho mejores de la Copa Mundo, ahí está Brasil, y a esta instancia llegarán otros seis equipos. En esta fase como en la anterior sólo sirve ganar, no hacerlo significa la eliminación. Para Colombia seguir avanzando será grandioso, no hacerlo, seguirá siendo brillante, ya hoy nuestro equipo es ganador de la Copa del Mundo Brasil-2014.
El buen ambiente en el equipo es positivo para cumplir los objetivos.
Los colombianos presentan un buen rendimiento futbolístico.
David Ospina es el mejor portero del Mundial.
Todos los jugadores han cumplido con su trabajo y han llenado las expectativas de todos los colombianos.
Un gran sacrificio han tenido los futbolistas colombianos, quienes se exigen al máximo en los partidos.