La Nación
EDITORIAL

Ciudades 24 horas

Pareciera un tema banal pero tiene un largo alcance e impacto en diversos ámbitos, sobre todo en lo económico y la oferta de mejores servicios estatales para los ciudadanos. La posibilidad de que los principales centros urbanos del país comiencen a implementar servicios del Estado, trámites, comercio y otras actividades en horarios nocturnos hasta alcanzar las 24 horas continuas, tiene viabilidad y se enmarca dentro del desarrollo propio de Colombia para su inserción al mercado mundial; es un asunto que va mucho más allá de llamada “rumba extendida”, que ha provocado agudas discusiones en la capital de la República.

La propuesta que empezó a debatirse en el Congreso, con el liderazgo del senador huilense Hernán Andrade, ya ha recibido el aval del principal gremio de comerciantes Fenalco y del propio Gobierno Nacional, cuyo novel Ministro del Interior ha declarado que ve con buenos ojos la iniciativa, con el fin de impulsar la economía del país y generar empleo a través de ciudades que presten servicios privados y públicos ininterrumpidamente. También se han sumado los alcaldes de las grandes capitales Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, con sus respectivos sistemas de transporte masivo que se deberían adecuar para facilitar las jornadas permanentes.
Los tiempos han cambiado, la noche ya no es ese momento lúgubre, misterioso y atemorizante; los avances tecnológicos proveen un sinnúmero de soluciones para resolver asuntos de iluminación, seguridad, transporte, trámites y facilidades para que los seres humanos se muevan en cualquier momento del día y la noche. Nuestras ciudades pueden adaptarse sin mayores dificultades al reto de ofrecer sus espacios a los noctámbulos; sin embargo, el asunto de fondo tiene que ver con la relación Estado – ciudadano, y es en este paso en el que mayores cambios deberán ejecutarse para unas ciudades despiertas las 24 horas.

El debate citado por el legislador opita significó, como pocas veces en el Congreso, la convocatoria inmediata del Gobierno Nacional a los alcaldes, gremios, autoridades, instituciones y al Congreso mismo para comenzar a trabajar en la idea pues, como se ha precisado, no se trata de que una ley o decreto ordene abrir oficinas y comercio todas las horas del día. No, el asunto es ir construyendo conjuntamente una política pública al respecto, de manera organizada para generar condiciones de seguridad a sus habitantes y oportunidades de empleo.

De manera que no será extraño en el mediano plazo tener a la mano en las noches y madrugadas, por ejemplo, notarías con turnos especiales, oficinas para pagar servicios públicos, citas médicas a la medianoche, trámites de licencias de conducción, la DIAN atendiendo para sacar el RUT o extender, en una etapa inicial, dos o tres horas los términos diarios en los despachos judiciales. El objetivo, finalmente, será el de aprovechar con mayor eficacia los tiempos nocturnos, extenderlos y mejorar la seguridad y la movilidad en los grandes centros urbanos del país.

En el mundo ya son más de 30 las ciudades que no duermen. Colombia ya se le apunta.

“No se trata de que una ley o decreto ordene abrir oficinas y comercio todas las horas del día”.

EDITOTRIALITO

El Huila, según la Gobernación, entró en la onda de los Datos Abiertos, estrategia del Ministerio de las TIC, para que los ciudadanos tengan acceso de manera fácil y libre a información pública que manejan los entes territoriales. Ojalá que comiencen con las páginas web y los portales de contratación, completa y actualizada.