Brigadier General Norberto Mujica Jaime
Comandante Región de Policía No.2 Suroriental
El Primero de Mayo es una fecha conmemorativa que funda el origen y las acciones del movimiento obrero a nivel mundial. Es una fecha en la que habitualmente se recapitulan las reivindicaciones sociales y laborales a favor de las clases trabajadoras, que han derivado en beneficios para hombres y mujeres en todo el mundo. El Día de los Trabajadores celebra la transformación del concepto del trabajo a lo largo de la historia, el cual ha transitado desde la definición clásica de las sociedades antiguas, en donde se le relacionaba con actividades forzosas y muchas veces involuntarias que subvaloraban la tarea y al ser humano; posteriormente a ser entendido como un medio para suplir las necesidades básicas y la subsistencia; y finalmente a la concepción actual en la que se considera una actividad clave para la autonomía del individuo, incluyente e integral, de suma importancia para la vida personal, familiar y vecinal, configurando formas de relación que permiten la transformación de las sociedades.
Las organizaciones sociales en nuestro país conmemoran este día a través del ejercicio de su derecho de reunión y manifestación consagrado en el artículo 37 de nuestra Constitución Política. Este derecho permite la organización de concentraciones, marchas y protestas por parte de nuestros trabajadores. Siempre es importante recordar que a pesar que la protesta social es un derecho fundamental, no es un derecho absoluto, por lo tanto, debe ejercerse de manera pacífica y dentro de los límites que establece la Ley.
En los departamentos que integran la Región de Policía No. 2, el comportamiento de la protesta social se ha caracterizado por el carácter pacífico de las manifestaciones. La Policía Nacional de los colombianos ha contribuido a la mediación durante las marchas, y resalta la posición de las autoridades gubernamentales, quienes se han caracterizado por su disposición al diálogo y la interlocución, siempre que las actividades no deriven en vías de hecho. En este sentido, hago extensiva la invitación a los manifestantes a abstenerse de protagonizar acciones que generen violencia y afecten los derechos de otras personas que no hacen parte de la protesta. El diálogo entre las partes se constituye en la mejor manera de resolver las diferencias y alcanzar acuerdos constructivos.
Es lamentable observar las consecuencias del desbordamiento de actividades de protesta en otras ciudades del país. Hechos violentos como los presentados en Bogotá D.C. el pasado 26 de abril, durante la jornada del Paro Nacional Multisectorial, no pueden repetirse y mucho menos llegar a presentarse en nuestra región. Un balance de personas lesionadas y en algunos casos capturadas, más la afectación a edificaciones, algunas de ellas Patrimonio Histórico de la Nación, de ninguna manera representan los objetivos de una manifestación que además de pacífica debe propender por la construcción de un mejor país para las nuevas generaciones.
La conmemoración del Día del Trabajo debe continuar con el legado de reivindicar los derechos de los trabajadores en el mundo. Es deber de todos los participantes y de nosotros como servidores públicos garantizar los derechos de los trabajadores, así como el de promover espacios de convivencia para la interacción pacífica, respetuosa y armónica entre las personas con los bienes públicos, privados y el medio ambiente. DIOS y PATRIA.