Jorge Luis Salcedo Restrepo
Como diría el novelista y premio Nobel Gabriel Garcia Márquez “a la muerte cuando está de fiesta no se le puede mamar gallo”. Y eso es en lo que nosotros los colombianos somos especialistas. Le sacamos excusas a todo, violamos las leyes, si se nos prohíbe algo de inmediato nos la ingeniamos para burlar la ley. En fin no medimos las consecuencias de nuestros actos y luego lo primero que hacemos es ir a la Defensoría del Pueblo, a la Procuraduría, a la Fiscalía e incluso a la Policía para quejarnos porque no ha llegado una ambulancia, o, no se presta un servicio médico a tiempo por exceso de pacientes que demandan consulta, o, por congestión a nivel hospitalario.
Las tutelas, los derechos de petición y las demandas judiciales se vienen por montón, pero lo que más se ha visto hasta ahora son actos de corrupción gigantescos que no tienen calificativo con respecto a la dotación hospitalaria, nutricional y sobre facturación en algunos hospitales del país que han estado atendiendo pacientes críticos hospitalarios covid-19.
Se le está tomando del pelo a las normas, en Cartagena, Bogotá ni se diga, en el Chocó, Nariño, y en una gran cantidad de lugares como el Valle del Cauca en donde las fiestas son del orden del día, las discotecas, bares, los moteles, en fin todo tipo de negocios ilegales, mientras los legales se quiebran por respetar la vida de los propietarios y los empleados. El Gobierno está haciendo un gran esfuerzo para compensar los daños de la pandemia, cosa para la cual no estaba preparado ningún político en el mundo, pero lo más importante es colaborar para que la tragedia no sea tan grande y los efectos sobre nuestra economía no sean tan graves, ni los efectos sobre nuestras máximas riquezas: nuestras vidas y la de nuestros familiares.
No tengo ninguna duda en que la pandemia morirá en el momento en que exista un tratamiento sin tanteo y una vacuna específica. Hay muchos colegas, o, falsos colegas que salen a tratar de ser “protagonistas” de telenovela, con el lanzamiento de supuestos tratamientos salidos de todo contexto y sin estudios clínico-patológicos con todas las de la ley.
Que existen unas pautas caseras para aminorar síntomas, es cierto, pero el tratamiento en sí para el covid-19 está crudo, así Donald Trump y Bolsonaro digan lo contrario, ellos son la antítesis de la política de salud que debe tomar el país, y la prueba de que la mortandad de seres humanos es causada por la estupidez política.
Aruz2050@yahoo.com.co