Mario Andrés Huertas Ramos
No nos llamemos a engaños, desde el 7 de agosto de 2018 ciertos sectores políticos pusieron en marcha la táctica de “hacer ingobernable el país”. Algunos hechos dan cuentan de lo anterior:
- El gobierno Santos promovió un clima de total hostilidad e intolerancia a quienes democráticamente se opusieron, así fuese en parte, al proceso de La Habana. Quienes tuvieron espíritu crítico de inmediato fueron estigmatizados a punta de falacias como enemigos de la paz.
- A pesar de lo anterior, el presidente Duque asumió el mandato con talante moderado y sin espejo retrovisor siendo blanco inmediato de una violenta oposición al que están haciendo trizas día tras día.
- Los asesores militares provenientes de los EE.UU. han sido presentados como una amenaza que desestabiliza al país cuando en efecto es el narcotráfico (financiador de la violencia) la mayor amenaza a la Seguridad Nacional.
- Las manifestaciones, marchas y protestas, que desde 2018 han azotado el orden público y que están dirigidas por sectores abiertamente opositores al gobierno, y todo lo que este represente, no pueden ser presentados como actos espontáneos de la ciudadanía.
- Las continuas masacres a lo ancho y largo del país han ido calando en la opinión pública como si fuera el gobierno el ordenador de estas y no los verdaderos determinadores de dichos crímenes.
- El asunto de Javier Ordoñez, trasplante del caso George Floyd en EE.UU, evidenció que los efectos obedecieron a un plan debidamente manipulado y orquestado que nada tiene que ver con una reacción genuina de indignación popular.
- Quienes promueven la desestabilización política del país saben que los fanáticos opositores creen ciegamente que todos los males del país son culpa del presidente Duque y, sobre todo, de su mentor Álvaro Uribe Vélez (incluidos los efectos devastadores del Covid-19).
- La constante presión ejercida contra el Ministerio de Defensa, en general, y contra el señor Ministro, en particular, para que renuncie tiene un significado: Carlos Holmes Trujillo es el hombre con más experiencia del gabinete y el más significativo de todos los ministros.
- La proliferación de etiquetas que circulan por redes sociales enunciando que “nos están matando” o “no nacimos para ser asesinados” suponen curiosamente que los agitadores demandan más seguridad y menos desorden público.
- El clima de agitación tiene un objetivo claro: promover el caos y la violencia para encontrar en la fórmula de una tentación autoritaria-populista un salvador que elimine todo lo que se oponga a esa aventura.
Lamentablemente, el país está repitiendo algunos episodios de la intolerancia política entre liberales y conservadores cuya escasa cultura política y odios heredados llevaron a que nos fuéramos por el abismo populista del general Gustavo Rojas Pinilla.