La Nación
‘Cargamos la tragedia todos los días’ 1 30 abril, 2024
JUDICIAL

‘Cargamos la tragedia todos los días’

Mujeres desfiguradas con ácido se muestran para frenar ataques en Colombia. Según el Instituto de Medicina Legal 55 casos de mujeres atacadas con ácido se reportaron en 2010, mientras que en 2011 recibió 42. Mujeres desfiguradas con ácido se muestran para frenar ataques en Colombia. Según el Instituto de Medicina Legal 55 casos de mujeres atacadas con ácido se reportaron en 2010, mientras que en 2011 recibió 42. LA NACIÓN, AFP En el consultorio del cirujano plástico, Gina no pasa inadvertida: en medio de otras que buscan realzar su belleza, ella sólo quiere recomponer su rostro quemado por un ataque con ácido, una forma de violencia contra las mujeres que cada vez suma más víctimas en Colombia. Gina Potes, de 35 años, espera que esta sea la última cirugía, de 24 que le han practicado en los últimos 15 años. “Cuando veo esas mujeres con cuerpos perfectos buscando tener más busto o reducir la cintura, no entiendo”, dice entre resignada e indignada esta espigada trigueña que requiere reconstruir su mentón. Aunque ya ha logrado recuperar casi totalmente el rostro, aún son evidentes las marcas de ese ataque, que también le alcanzó el pecho. “Las huellas que deja no son sólo físicas, también son sicológicas”, afirma, tras recordar que su primera reacción al verse desfigurada fue encerrarse. Con el paso del tiempo venció el miedo y salió a buscar trabajo. “Pero nadie me empleaba al verme así”, señaló Gina.  Aún no sabe quién o por qué la atacó. “Cuando una es atacada con ácido no recibe la solidaridad las autoridades”, se quejó al recordar en estos casos la pena máxima es de cuatro años de cárcel, si se logra identificar al agresor. Por envidia Hace cinco años Nubia Espita, de 33, vino de Venezuela con su esposo y dos pequeñas hijas a pasar Navidad. Una noche, cuando llegaba a casa con la mayor, una pareja le atacó arrojándole ácido a la cara, que además alcanzó a quemar el brazo y la mano de su hija. Ella atribuye el ataque a “la envidia” de una vecina, algo que no pudo probar. Tampoco logró identificar a la pareja que la atacó, por lo que su caso quedó impune, mientras su rostro, pese a 15 cirugías, continúa desfigurado. La próxima operación será para la reconstrucción de los párpados que le quedaron prácticamente cerrados, reduciéndole ostensiblemente la visión. Caso impune El caso de Viviana Hernández, de 28 años, también quedó impune. Ella asegura que fue su esposo y padre de sus tres hijos quien le quemó el rostro para “que no fuera de nadie más”, porque ella quería separarse. “Las autoridades me exigían que probara que él había sido, entonces me tocó huir a otra ciudad para que no me volviera a atacar”, refirió. “Ahora necesito cinco millones de pesos para recuperar el ojo (izquierdo)”, narra al tiempo que levanta el parche que lo cubre y deja al descubierto un amasijo de piel por donde deslizan las lágrimas. “Cargamos con esta tragedia todos los días”, afirmó mientras resalta la “falta de solidaridad de la sociedad y del Estado”. Reinada quemada María Fernanda Núñez Gutiérrez, la joven aspirante a Señorita Norte de Santander, fue atacada el 10 de junio de 2010 por un desconocido que se movilizaba en moto. La joven regresaba  a su apartamento en compañía de sus padres luego asistir a un ensayo de la velada de elección y coronación. Según el diagnóstico médico, la ex candidata, de 22 años,  sufrió quemaduras graves en la parte derecha del rostro, del pecho y de las piernas. Después de recibir el título de ingeniera civil, en este mismo año, por parte de la Universidad Francisco de Paula Santander la joven se refugió en Bogotá. “Ir a Bogotá fue un aire nuevo para mí. Salir sin ser señalada fue lo mejor, pero regreso y aún siento temor. Con el tiempo se va recuperando. En Cúcuta todavía me siento insegura. Me da miedo estar sola”, declaró a periodistas. En la impunidad Gina junto a un grupo de mujeres atacadas con ácido han decidido mostrarse -una de ellas con máscara por la deformación de su cara- para sensibilizar a la sociedad y reclamar políticas estatales que les permitan rehacer sus vidas. Y lo más importante, evitar nuevos rostros desfigurados, en una campaña en la que algunas políticas les acompañan. Prácticamente todos los casos responden a violencia intrafamiliar. “Jurídicamente se tratan como lesiones personales y quedan en la impunidad por la dificultad para comprobar su autoría”, explicó a la la congresista Gloria Estela Díaz. La legisladora presentará el próximo 16 de marzo un proyecto de ley para tipificar como delito estas agresiones, con pena de cárcel de ocho a 30 años sin derecho a rebaja de la condena. Además, la concejal de Bogotá Olga Rubio presentó una iniciativa para limitar la venta de ácidos, dada la facilidad para adquirirlos y su bajo costo (4.000 pesos el frasco). “Vamos a restringir la venta de ácido fosfórico, nítrico y sulfúrico”, que son los más empleados para estos ataques, aunque también han ocurrido con gasolina”, señaló Rubio. El Instituto de Medicina Legal conoció 55 casos de mujeres atacadas con ácido en 2010, mientras que en 2011 recibió 42, según cifras preliminares. Bogotá, con 125 casos en 6 años (2004-2010), es la ciudad del país donde se presenta el mayor número de estos ataques. Cultura machista La cirujana plástica Linda Guerrero, quien dirige la Fundación del Quemado en Bogotá, recuerda que hace 15 años recibió el primer caso de una mujer atacada con ácido. Hoy ya suma 31 pacientes. “Es el producto de una cultura machista como la colombiana que hace que la mayoría de las víctimas sean mujeres jóvenes, de baja escolaridad, atacadas por cuestiones sentimentales”, explicó tras denunciar que ninguna de sus pacientes recibió en el momento atención hospitalaria adecuada. Ataques no son crímenes pasionales “Esta es una realidad que “se va instalando como práctica en la sociedad”, explicó Liliana Silva, abogada de la Casa de la Mujer. La mayoría de los casos queda en la impunidad porque las autoridades no encuentran culpables. “El sistema de justicia colombiano tiene serios problemas para investigar los delitos, por ejemplo no tiene personal suficiente. Además, parte de ese personal no es sensible a estos casos y pueden pensar que una mujer provocó que la agredieran con su actitud, porque ella fue coqueta y puso celosa a su pareja, por ejemplo”, explicó la abogada de la Casa de la Mujer en entrevista con Radio Nederland. La profesional aseguró que en muchos de estos casos los agresores quedan libres: “Una mujer fue quemada con ácido, el presunto agresor fue capturado, lo llevaron ante el juez y éste lo dejó en libertad porque consideró que el hombre no es un peligro para la sociedad, algo que es gravísimo”. Los maltratadores- agregó- utilizan este tipo de violencia de género para que su víctima, desfigurada por el ácido, sufra cada minuto. “Esta agresión causa mucho daño a la vida de la víctima porque es una marca permanente, y además del daño psicológico, cuesta mucho dinero recuperarse”, precisó Silva. “Además a las mujeres no las queman en la espalda sino en la cara, que requiere tratamientos muy costosos. Y una víctima queda muy marcada, al verse todos los días. En una sociedad donde se considera que las mujeres deben ser bonitas y cuidarse, ésta es una marca mucho más gruesa”. “Además el Estado no tiene un papel de subsidiariedad frente a esa reparación. Entonces una víctima, frente a un agresor que no tiene ningún recurso para reparar su daño, se ve en una situación muy compleja para adelantar los tratamientos que necesita para recuperar su piel o mejorar su condición”, añade. Según la Casa de la Mujer, este tipo de agresiones en Colombia están ligadas “a lo que llaman, de una manera muy errática, crimen pasional. Pero eso no es un crimen pasional sino odio contra las mujeres, que no tiene nada que ver con el amor”. Nubia Espitia A Nubia Espitia, de 33 años, el brutal ataque le dejó secuelas permanentes. Maria Cuervo María Cuervo, 41 años, atacada el 8 de marzo de 2004. La mayoría de los casos registrados quedan en la impunidad.