La Nación
Caricaturas 1 30 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

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Imposible creer que el grupo de pirómanas que encapuchadas intentaron incendiar la Catedral Primada de Bogotá, antecedida de otros templos, luego de las movilizaciones que realizaron a favor del aborto, hubieran estado bajo el efecto de los derivados del petróleo, o del carbón.

Está claro que cuando se llega a ese estado demencial el cuerpo no actúa normalmente.  Es objeto de alguna sustancia alucinógena que lo conduce a cometer desafueros de cualquier naturaleza.

Aquí es fácil analizar lo ocurrido en el caso en cuestión.  Es lo que el presidente Gustavo Petro Urrego considera que es más dañino para la humanidad el petróleo y el carbón que la cocaína.  No hay para que detenernos en esta discusión, de por sí debatida ampliamente hasta el nivel internacional, que por simple deducción lógica se concluye que la opinión del mandatario es de todas maneras errónea.

Lo otro es el monumental despropósito del ministro de Defensa Iván Velásquez Gómez, desde luego con la aquiescencia del mandatario, de no permitir la intervención de la fuerza pública, sino luego de 48 horas de diálogo cuando se comete un delito de esta índole, para si se insiste en el, ahí sí echar mano de la policía para contrarrestar su acción incendiaria, en el caso de la citada banda de desadaptadas.

Diariamente desde que comenzó la Administración Petro se producen motivos trascendentes para protestar.  Lo que acaba de suceder en las calles de Colombia, es la más clara demostración del inconformismo.  Que no se había registrado en gobierno alguno cuando ni siquiera habían transcurrido dos meses.

A propósito de las marchas, nadie en las ciudades donde se efectuaron se imaginó la manera altamente positiva como respondió la ciudadanía.  En el Huila el hecho es bastante particular.  En su capital fueron consultados reconocidos dirigentes del Partido Conservador para conocer acerca de su organización, y como si se hubieran puesto de acuerdo eludieron ese accionar con el argumento que ello correspondía al Centro Democrático por ser el partido de oposición.

La gente que salió a las calles lo hizo por las notas publicitarias que circularon por las redes sociales.  Es decir, de manera espontánea.  Y siendo así, no estuvo mala.

En Pitalito un destacado laboyano que siente dolor de patria por lo que está pasando, a la distancia organizó la marcha con la logística correspondiente.  Ignoro si por temor, o cobardía, los protestantes se hicieron en las cuatro esquinas del parque principal sin que se efectuara el esperado desfile.

Absurdo lo de nuestro departamento.  Como si cuando nos llegue la soga al cuello con las impopulares medidas de este desgobierno, su efecto fuera discriminatorio.  Es decir, que los gozosos fueran para los Petristas y los dolorosos para el resto de los colombianos.  ¡Qué horror!